jueves, 28 de febrero de 2008

¿Cómo que no había....?

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Hace unas semanas le estaba explicando a mi hija adolescente, que no me puede cambiar los planes de salidas a cada rato. Que si quedamos en algo, ese algo se cumple. Me molesta que siempre me llame a último momento para pedirme permisos o para cambiarme los horarios, pues yo también tengo una vida y necesito organizarme, y bla, bla, bla...
Entonces vino la frase que me mandé y cuyo diálogo posterior asombró a mi hija.
Le dije: _Cuando yo tenia tu edad ni se me ocurría hacer esas cosas!!
Hija de mi:_ El abuelo no te dejaba?
Yo:_ No, no teníamos teléfono!! ..........
La boca de mi hija se abrió grande como la de Mafalda, y los ojos se le salían de las órbitas!!
_ Cóoooooooomo que no tenias teléfono? Y si querías quedarte a dormir en lo de una amiga como avisabas?
_ No podía quedarme porque no podía avisar!
_Y si querías llamar a una amiga para contarle algo???
_ No podía! Pero le escribía una cartita y se la daba al día siguiente en el cole!



Claro, no había celulares, no había e-mail tampoco!
De mas está decir que mi hija me miraba como si fuera la reencarnación de Victor Sueiro en persona!!

No salía de su asombro!


Y yo de golpe pensé: "Qué será de la vida de Cristobalito? Hace tanto que no lo veo....!!"

La pendeja me hizo sentir prehistórica! ajajaja



Entonces la llevé a mi habitación para mostrarle algo.
Me subí a una silla, y saqué de bien arriba de mi armario, una caja reeeeeevieja, forrada con un papel de colores.
La caja de mis recuerdos y tesoros acuñados por décadas!
_ Una cartita de amor escrita en una servilleta de papel de un bar, del 78.
_ Cartas escritas por mis compañeras del cole.
_ Dibujos que me regalaba mi amiga talentosa.
_ Alguna carta de amor, con la estampilla pegada en el sobre y todo!
_ Cartitas llenas de dibujitos de cuando jugábamos al amigo invisible!
Solo lamento no haber guardado el ticket de la entrada al recital de Adios Sui Generis!!.... Ufa!!


Además de eso poseo en mi haber:
Un par de revistas Satiricón.
Alguna revista 7 días, que no se como es que no la tiré.
Dos revistas Hortensia, que me encantaba y me hacía reír mucho!
LP de Alta Tensión, con el vinilo de colores. También de los Carpenters, Bee Gees, Beatles, etc
Y tenía las monedas del mundial pero no las encontré! :(

Y mientras piensan en las cosas que tienen guardadas de la época y me lo cuentan, los dejo mirando un video que tiene un pequeño popurrí de música disco de la época!
No es largo, dura 02.30, y está buenisimo! Te van a bailar los pies!!
Actualizacion: Puse dos videos al costado. Los vamos a ir cambiando todas las semanas. Ojalá les gusten!!


martes, 26 de febrero de 2008

Algo Muy Sui Generis, Parte II

En 1974, Sui Generis graba un album que traería cola de entrada. Ya en la música se notaba un cambio sustancial, claramente influenciada por la creciente corriente psicoprogresiva que llegaba desde Inglaterra de la mano de Genesis, Pink Floyd y Jethro Tull que hicieron del disco una obra conceptual. Pero en lo referente a las letras, el disco fue aplastante. Colisionaba con los estatutos tradicionales como el matrimonio, el ejército, el Gobierno en general. Las composiciones no eran para nada inocentes.

La censura obviamente no se hizo esperar, y paradójicamente, el disco que tenía una canción dedicada al Señor Manos de Tijera (en referencia al Señor Tato, el censor del cine) fue recortado por donde se lo vea, quedando afuera las canciones Juan Represión y Botas Locas. La primera de ellas, estaba netamente dedicada a José López Rega, la segunda cuenta la historia de cómo zafó Charly del Servicio Militar Obligatorio.No se limitaron en ello, también censuraron partes de otras canciones y cambiaron el nombre del disco. En vez de Instituciones a secas, se editó bajo el nombre “Pequeñas Anécdotas Sobre Las Instituciones”. Años más tarde, ya fuera del proceso, a Charly le ofrecieron regrabar el disco del modo que lo había concebido. Eran tiempos de Piano Bar, García se negó rotundamente.



El disco tenía un sonido netamente más eléctrico que los anteriores y del mismo participaron David Lebón, Oscar Moro, Carlos Cutaia, Jorge Pinchevsky, María Rosa
Yorio y León Gieco. La recepción del público fue excelente, aunque no vendió tanto como los anteriores. El contenido político de las canciones fue muy grande, en letras como “Música de Fondo para Cualquier Fiesta Animada”, “El Show de los Muertos” y “Las Increíbles Aventuras del Señor Tijeras”. Como clásicos quedarían la canción que la da título al disco y “Para Quién Canto Yo Entonces”.

A fines de 1974, y como quien no quiere la cosa, Nito y Charly se metieron en un proyecto junto con León Gieco, Raúl Porchetto y María Rosa Yorio. El grupo se llamó Porsuigieco y su Banda de Avestruces Domadas, en alusión irónica a los Caballos Cansados de León. Sacaron un solo disco, Porsuigieco, cuya grabación había empezado como algo informal, y terminó gestándose una catarata de canciones con futuro de clásicos. La Mama de Jimmy, La Colina de la Vida y Todos los Caballos Blancos de León (se estrenaron en este disco) o Quiero Ver, Quiero Ser, Quiero Entrar, de García. Una curiosidad detalla que para este disco, Charly compuso El Fantasma de Canterville. Conociendo la letra de la Canción, se imaginarán que pasó que no estuvo en la versión final del disco ¿verdad? Así y todo, los músicos se la jugaron y convencieron a Jorge Álvarez de editar la canción a modo de sorpresa para los primeros compradores del disco. Luego vinieron dos recitales, en Tandil y Mar del Plata y cada uno volvió a sus proyectos.



Sin embargo Nito y Charly se estaban hartando de lo seguro, de la imagen que tenían de ellos y de no tener desafíos. El grupo ya ni ensayaba. Estaba en marcha el Adios.

Jorge Alvarez, manager y productor del grupo, al enterarse de la idea de Charly le respondió “Vas a matar a la gallina de los huevos de oro, boludo”. Sin embargo, ante la insistencia del grupo, Alvarez los convenció de realizar un recital de despedida. Un recital a lo grande, como nunca se había hecho antes en la Argentina, en un Estadio, en el Luna Park. Hay que aclarar que por ese entonces el Luna Park era un escenario de Box y con un gran prestigio a nivel local. Que las entradas se agotaran al poco tiempo de estar en venta, conmocionó a los músicos, quienes decidieron dar una segunda función esa misma noche.

A principios de 1975, el grupo inicia la grabación de un cuarto y último álbum que se iba a titular “Ha Sido” a modo de insinuación de disolución con un juego de doble sentido con la nueva tendencia musical. De ese disco sólo se editó un simple. La idea era terminarlo antes del final, que sería con una gira despedida y toda la parafernalia posible. El proceso se aceleró, la desidia de la discográfica a nivel internacional y la falta de publicidad de sus trabajos en el país y en le exterior, hartaron a Charly y Nito, quedando en el camino canciones como Bubulina, Fabricante de Mentiras, El Fantasma de Canterville y Nena. Todas ellas fueron tocadas en el Adios y grabadas posteriormente por otras formaciones de los Sui. Bubulina en La Máquina de Hacer Pájaros, Fabricante de Mentiras en los Desconocidos de Siempre; Nena (rebautizada Eiti-Leda) con Serú Girán.

Con la fecha del Adiós puesta para el viernes 5 de Septiembre de 1975, a fines de agosto se agotaron las 15 mil entradas, por lo que agregaron otra función de la que esperaban vender la mitad, pero se terminó agotando la función entera también.



Al día siguiente, los medios se hicieron eco del recital. No era joda, ningún artista ni boxeador había juntado hasta ese entonces 30 mil personas en una fecha. Ni se imaginan si hablamos de esos “melenudos y barbudos, hippies roñosos, siempre con el chingui=chingui”. Y cuando me refiero a los medios, no hablo solamente de la Revista Pelo, me refiero a Clarín, La Razón, revista Gente, etc.

Entonces, a las 20,30 del viernes, Charly y Nito comenzaban a despedirse de su publico. Luego vino la gira por el interior, que terminaría en Mendoza, pero el 20 de septiembre, luego de tocar en Comodoro Rivadavia, la camioneta en la que se trasladaban los instrumentos, chocó destrozando todo. Entre lo poco que se salvo estaba el teclado moog de García, que esa misma noche se lo robaron. Fue el último recital de Sui Generis. Los registros del Luna Park se editaron en un disco doble y una película se estrenó en los cines con escenas de dichos recitales. Nuevamente quedaron afuera el Fantasma de Canterville y el Fabricante de Mentiras. Pero la vida da revancha y sobre todo cuando hay negocio de por medio. En 1994, se editó un Volumen 3 del Adiós Sui Generis, conteniendo ambas canciones.



Los reencuentros de Charly y Nito se sucedieron muchísimas veces a lo largo de los últimos 30 años. En 1977, fecha en la que García, luego de disolver su segundo grupo La Máquina de Hacer Pájaros, organizó un festival en el Luna Park en el que estuvieron todos, León Gieco, David Lebón, Oscar Moro, Raúl Porchetto, Gustavo Santaolalla, Pino Marrone…y Nito. Junto con Charly dieron un “mini recital” dentro del festival. El testimonio se puede escuchar en el disco "Música del Alma" recientemente reeditado. Contiene también una canción nueva de Porsuigieco "Iba Acabándose el Vino". Nueva para el repertorio, aunque todos ya la conocen.

Luego, las colaboraciones entre Charly y Nito se dieron a menudo. Charly le regalaba canciones, y Nito cantaba en los discos de García.

Hasta que finalmente, luego de haber cantado juntos en el recital de Charly en Buenos Aires Vivo III y un contrato millonario mediante, en el año 2000, Charly y Nito volvieron como Sui Generis. Pero no fue solamente un recital ni dos. Se grabó un disco de estudio que se llamó Sinfonías para Adolescentes, y se realizó una gira por Latinoamérica, quedando tambien un registro en vivo, intitulado “Sí”.



Entre los que escribimos en este blog, hay una persona que asistió al Adios Sui Generis de 1975 y es Stella. Sinceramente le tengo mucha envidia de la sana. Aunque con la diferencia de edad que nos marca, yo tambien tuve la oportunidad de escucharlos juntos, más allá de ser invitados. En diciembre de 2000, con mis zapatillas de loma, mis jeans gastados y mi morral al hombro me mezcle en el público con gente muchísimo más grande y más chica que yo. Allí estabamos todos, cantando junto a Charly y Nito esas que sabemos todos. Y que tantas verdades dicen.

El papá de Bruno, para Te cuento los 70


"En el 75 yo estaba en tercer año de la secundaria, nunca había ido a un recital en mi vida! Ardua fue la tarea de convencer a mis viejos! "Que son todos rockeros, y seguro se drogan!!" ajajaj sii, eso era lo que me gustaba de ellos, el rock que hacían!!
Al final, fuimos siete compañeras del cole todas juntas. Un papá nos llevó en la camioneta y después nos fue a buscar! Un capo total!!
Cómo explicar lo que sentí? Todas las expectativas fueron ampliamente superadas! Jamás pensé que me iba a sentir tan feliz de estar ahí!
Estaba llenísimo de gente, de todo tipo de gente! Eramos todos muy jóvenes, pero de distintos estilos! Mas prolijos, mas formales, mas rockeritos, mas o menos melenudos, pero todos fanáticos de esa música!
Las luces de colores! La euforia! Todo el mundo cantando a los gritos y saltando, porque todos nos sabíamos la letra de las canciones de memoria! A veces no se escuchaba la voz de Nito o de Charly porque nosotros los tapábamos! Con las chicas nos mirábamos y no lo podíamos creeer!
Tener a Charly, paradito ahí, vestido de frac, galera y zapatillas...ajajaa algo impensado para la época!
Me acuerdo también que yo había llevado una campera azul, de esas infladas que se usaban, porque estaba fresco pa corpiño calado! La cosa es que tiraban de arriba puchos encendidos, y uno fue a caer en el cuello de mi campera...
Nunca, jamás en la vida, me voy a perdonar no haber guardado el ticket de la entrada! Es que en ese momento ni imaginábamos la trascendencia de este Adiós!

Stella









Chivo: A quién le guste la obra de Charly, pueden pasar por Charly García, Autor, donde encontrarán letras, anécdotas, fotos y videos del bicolor.

viernes, 22 de febrero de 2008

Un ganador...

"El Prode"


En los inicios de los años setenta la televisión, con escasos canales, transmitía un cóctel de variados temas: informativos, alguna película, dibujos animados, novelas, "Almorzando con Mirta Legrand", "Los Campanelli" y series, entre otros.
Corría el mes de abril del año 1972, cuando se conoció la noticia: un hombre de origen paraguayo había ganado con sus trece aciertos el PRODE. Una suma importante de dinero, repentinamente, había transformado en "nuevo millonario" a Mercedes Ramón Negrete. En un principio habían anunciado que el ganador era una mujer debido a su primer nombre. Luego, enmendado el error y conociendo el paradero del afortunado, las cámaras de los medios televisivos iniciaron su persecución.
Se supo que Negrete, uno de los primeros cambios que implementó en su vida fue: descartar a su mujer... Fabiana López. Todos arrojaron sus miradas sobre ella. Era entrevistada por todos los medios del momento, intentando que contara todos los acontecimientos, por qué había sido abandonada tan cruelmente cuando la suerte había golpeado a su puerta...
Sola y sin demasiadas oportunidades en la vida fue rehén de los medios de comunicación. Aparecía en las tapas de revistas: Gente, 7 Días, Antena y otros pasquines del momento. Participó como invitada en los almuerzos de Mirta Legrand (en más de una oportunidad). Avergonzada Fabiana López afirmaba que no sabía como usar "tantos cubiertos en la mesa".

"Almorzando con Mirta Legrand"

El Doctor Cormillot, haciendo gala de su bondad (?) la contó como paciente en su clínica, debido al importante sobrepeso que padecía. Paradójicamente con ella se dieron el festín varios programas de televisión.
Por entonces una tira semanal que gozaba de alto rating era: "Los Campanelli", en él se mostraba la vida de una familia (descendientes de italianos) que los domingos se juntaba a almorzar. Tampoco escapó al fenómeno de "Fabiana López" y la tuvieron como invitada en su mesa de los domingos...
En esos días se decía también que Negrete (el ganador) le había dado unos quince mil pesos como obsequio antes de tomarse el buque. La abandonada, al haberse transformado en un personaje "mediatico" (¡¡esta palabra no existía!!), canal 11 le administraba su dinero...

Los medios no destrozan a las personas en la actualidad ¡¡lo han hecho siempre!!!
Aún recuerdo las lágrimas de esta pobre mujer en pantalla. Una víctima más de los medios de comunicación y de un hombre desagradecido...



Algo de música, de regalo...


¿Qué harían ustedes si se ganaran un premio de mucho dinero?
¿Se dejarían mediatizar?






De La candorosa, para "Te cuento los setenta"

jueves, 21 de febrero de 2008

EGO-PAST: Una nueva oportunidad

La sala de espera era realmente amplia e iluminada, con un mínimo de adornos. Daba la impresión (seguramente buscada) de inmensidad.
M. no se percató de la presencia de la recepcionista que se había acercado hasta donde estaba sentado.
- Pase por favor, lo están aguardando –dijo gentilmente indicando una puerta entreabierta.
La oficina no desentonaba con el exterior. Una mujer enfundada en un uniforme gris y con el pelo recogido lo invitó a sentarse.
- Bien Sr. M, supongo que ya habrá leído nuestro folleto y visto el video de orientación, ¿no es así?
- Eh… si, pero…
- Entiendo, tiene dudas. Pues bien, esta última entrevista es para aclararle definitivamente como funciona Ego-Past. Hay un par de consideraciones que debe usted conocer.
Se echó para atrás en su sillón, colocó los codos en los apoyabrazos y, cruzando sus dedos, se explayó:
- Como primera cuestión, el “viaje” al pasado ofrecido por nuestra empresa, no es físico, sino mental. Usted no se mueve de nuestras instalaciones, es su mente la que viaja. Pero debo aclararle que la experiencia es totalmente sensorial.
Pausa.
- Segundo: usted sólo viaja a “su” pasado. O sea, no puede ir más atrás de su fecha de nacimiento y no puede ir al pasado de otra persona. Todo el proceso es individual y se basa en sus recuerdos, anidados en su memoria.
Otra pausa.
- Tercero: en su experiencia personal podrá modificar eventos relacionados con su vida, pero debe tener en cuenta que al regreso a la actualidad, el pasado permanecerá inamovible. Por ejemplo: si un conocido sufrió un accidente y usted desea viajar a unos momentos antes para advertirle, podrá evitarlo en ese momento, pero al volver todo será como es ahora y su amigo no habrá resultado ileso, ¿se entiende?
- Clarísimo –asintió M.
- Bien, continúo. Cuarto: nuestra empresa quiere con este servicio satisfacer su ego. Hacerle revivir momentos de su pasado para que pueda modificarlos a su antojo y de esa forma fortalecer su estima. Un cliente solicitó volver atrás, en su época de futbolista, para no marrar un fatídico penal, que le ocasionó complejos posteriores. Una señora quiere tener la oportunidad de plantársele a su, por entonces, esposo abusivo, para así vivir más segura de sí misma en el presente. Por eso, usted debe analizar bien el momento que desea revivir.
Se detuvo, separó sus manos, apoyándolas en el escritorio y dijo:
- Por último, y no menos importante, usted no debe hacer mención en ningún momento de su condición de viajero temporal, ni referirse a hechos posteriores a su experiencia, ni nombrar a nuestra empresa bajo ninguna circunstancia. ¿Alguna duda?
M. pensó un momento y dijo:
- Si, sobre lo último. ¿Qué problemas surgirían si usted me dijo anteriormente que nada de lo que haga o diga modificaría el presente?
- Buena pregunta. Le explico: las dos primeras recomendaciones del punto último es a modo de sugerencia, para que nadie pueda tomarlo como que sufre una alteración mental. Pero si hace referencia a nuestra institución, se produce una distorsión. No me pregunte el porque, es algo técnico fuera de mis conocimientos, pero el proceso se interrumpe y usted vuelve a su punto de origen sin haber concluido su cometido. Obviamente, no existirá reembolso, ya que Ego-Past sería ajena al error. ¿Le queda claro, Sr. M?
- Totalmente.
- Una última cosa, recuerde que en el contrato que usted firmará figura que la empresa no se hace responsable por ninguna clase de efectos secundarios producto de la experiencia temporal.
- Gracias, lo tengo presente –contestó parco.
- Muy bien, ahora medite sobre la fecha en la que…
- Sábado 17 de diciembre de 1977 –dijo terminante.
La mujer quedó pensativa un momento y luego asintió:
- Ok. Entonces lo esperamos para la semana entrante junto con los demás solicitantes. Ah, claro, usted no sabía –dijo viendo la extrañeza en el rostro de M.-. El proceso es muy costoso y complejo, por lo que en una sesión semanal se juntan más de una experiencia.
Lo acompañó hasta la puerta y lo despidió amablemente.
Mientras se sentaba nuevamente en su sillón, se esforzó por recordar cuando había escuchado antes esa misma fecha.

M. sintió un leve cosquilleo en la sien derecha, donde apoyaba la terminal sináptica, mientras sentía que se desvanecía lentamente y el cuarto que ocupaba iba desapareciendo.

Sintió que alguien tironeaba de él. Cuando abrió los ojos, un muchacho estaba a su lado, instándolo a levantarse. Lo miró bien. Era Gonzalo, su compañero de curso y mejor amigo, que le decía:
- Dale boludo, levantate que ya son las seis!
Cuando se ubicó mentalmente, reconoció al instante donde se hallaba. Era la habitación en la hostería donde se habían alojado en el viaje de egresados, en Capilla del Monte, Córdoba. O sea, Ego-Past realmente funcionaba. Meditó sobre los gustos de entonces. Bariloche era inalcanzable para muchos en su época, mientras que en años posteriores sería el "destino" por excelencia.
Volvió a mirar a su amigo y un dejo de nostalgia lo invadió. A los cuarenta años, una enfermedad terminal acabó con él, pero era algo a lo cual M. no podía referirse, dadas las restricciones. Lo observó con una mezcla de ternura y satisfacción.
- Qué me mirás, maraca? Jajaja –le dijo Gonzalo mientras se dirigía al baño.
Se incorporó sentándose en el borde de la cama y, ya completamente lúcido, reconoció con la mirada el recinto. Era bastante amplio, ya que albergaba a la totalidad de los varones del curso, mientras las chicas ocupaban otro similar al lado. En una cama contigua estaba el Gordo Luna, tratando de sacar “Rasguña las piedras” en su guitarra. Con el tiempo se convertiría en un músico de renombre, con etapas difíciles producto de sus adicciones, pero ya completamente restablecido en la actualidad. Más allá estaba a puro lamento Gerardo, una jornada cabalgando lo había “paspado” para el resto del día. Cerca suyo, el otro Gerardo ordenaba su ropa con la misma postura melancólica y abúlica con que se lo conocería en sus tiempos posteriores, cuando pasara a engrosar la lista de desaparecidos de la dictadura.
No quiso seguir con su relevamiento porque el tiempo apremiaba y debía atender detalles. Se cambió apresuradamente y fue a higienizarse. El espejo le devolvió una estampa que le hizo quedar atónito. Cabello ondulado y abundante, cero papada, nada de arrugas. Dejó para otro momento la inspección y marchó hacia el pasillo. Según sus cálculos, ya era momento de que apareciera ella, Roxana.
Cuando estaba llegando a la habitación de las chicas, la puerta de la misma se abrió repentinamente y apareció la muchacha de sus sueños, algo alborotada y resoplando. Detrás de ella se veía a sus compañeras preparándose para la última salida, acompañadas, mientras algunas peleaban con “la toca”, con la música pegadiza de “Dancing Queen” de Abba. No recordaba así esta situación, pero igual la saludó como entonces:
- Hola Roxy, recién me levanto.
- Hola, si, anoche nos acostamos todos tarde.
La notó un poco nerviosa.
- Bueno, nos vemos luego, voy a dar una vuelta –dijo él.
Y con un ademán a modo de saludo se retiró hacia la puerta. En el pasado se había dedicado a comprar recuerdos para su familia, cosa que no iba a hacer falta en esta ocasión. Así que se dedicó a pasear por los alrededores, haciendo tiempo.
Después de cenar todos juntos, fue a terminar de prepararse para la salida y cuando estuvo listo, salió al patio a tomar un poco de aire. En eso estaba, cuando lo llamó desde la ventana de la habitación Esteban, el más revoltoso del curso. M. desoyó a su compañero, pero éste siguió insistiendo, hasta que M., fastidiado, salió a la calle. Sabía perfectamente lo que le hubiera pasado si entraba a la pieza. En el pasado, respondió al llamado y fue sorprendido por unos cuantos, quienes lo maniataron (en una broma pesada de la que pocos habían escapado) y lo dejaron así durante una hora hasta que Gonzalo, preocupado por su tardanza, lo rescató.
Ahora estaba a salvo y, con tiempo de sobra, llegó a la confitería bailable. Se oía el éxito del momento: “Fiesta” de Rafaella Carrá. Buscó con la mirada y ubicó a Roxana. No quería perder tiempo para evitar, como pasó en su momento, que otro se le adelantara. Cuando estaba llegando a su lado, apareció un grandote para invitarla, pero ella lo rechazó gentilmente, pero el muchacho se oponía a recibir una negativa. En otro tiempo, M. habría desistido, pero ahora tenía más espíritu combativo. Se acercó más al insistente y, tocándole el hombro, le dijo:
- Disculpá flaco, pero ella baila solo conmigo.
El grandote giró lentamente, lo miró de arriba abajo y, al ver la actitud resuelta de M., levantó las manos con las palmas hacia delante y se retiró. M. le tendió la mano a Roxana y ésta accedió a ir con él a la pista. Por los parlantes se escuchaba a Al Stewart entonando “Año del gato”.
Pasaron a gusto toda la noche juntos y, cuando se oyó a “Baby, I love your way” de Peter Frampton, se besaron indecorosamente.
Faltaba el último paso, el final del camino, lo principal de su viaje. Debía animarse a pedirle a su compañera de pasar un momento más íntimo. En el pasado fue todo problemático, torpe, lo que había ocasionado que no llegara ni siquiera a sugerir tal encuentro, decisión que ocasionó más de un trauma que arrastró por decenas de analistas y que ahora, mediante Ego-Past, podría subsanar. Ahora tenía la mochila de la experiencia, aunque igual temía un rechazo. Grande fue su sorpresa cuando, a la primera insinuación, Roxana accedió gustosa. Es más, le dijo que tenía la esperanza que se lo propusiera, por lo que había preparado, en la Hostería, un lugar donde podían estar cómodos. Era un cuarto desocupado separado de los otros y que, habiendo colocado con anterioridad un colchón en el piso, funcionaría como “suite”.
Cuando ya amanecía, el nuevo día los encontró abrazados uno con otro, con el rostro lleno de satisfacción. Fue ahí cuando ella comentó, suspirando:
- Ah, Ego-Past es lo más.
A lo que él contestó:
- Si, es lo mejor.
Al instante, se dieron cuenta de lo dicho por ambos y se miraron asombrados, diciendo al unísono:
- ¿QUÉ?
Y todo se volvió oscuro.

Cuando pudo dejar el cuarto donde había sido realizada la experiencia, M. salió presuroso a encontrar una respuesta. La halló en la sala de espera. Ahí estaba, cómodamente sentada, y radiante a pesar del tiempo pasado, Roxana, quien le hizo una leve y tierna sonrisa al levantarse a recibirlo y decirle:
- No digas nada. Yo también necesitaba volver.
Se abrazaron, se contaron a grandes rasgos su vida actual (ella estaba separada y tenía 3 hijos, él era viudo, una hija y dos nietas) y se fueron juntos.
Tal vez podrían recuperar el tiempo perdido.

FIN

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sábado, 16 de febrero de 2008

A bailar, "afiebrados" setentosos!... A "mantenerse vivos"!!!

aaa

"Saturday Night Fever" (Fiebre del sábado por la noche)
Se estrenó en EEUU a fines del '77. Aquí, a Argentina,
llegó al año siguiente. A partir de ahí comenzó la "Fiebre Disco".
Sí!, pasaron 30 años, pero sabemos que si "20 años no es nada", 30 tampoco...
* * * * *
A los pequeñuelos que nos visitan les aclaro que en esas épocas no era como ahora que "al toque" tenemos las pelis de cualquier país o que se consiguen imágenes pirateadas. No, en esos tiempos se sabía que algo estaba pasando en el país del norte y luego, unos meses después recién llegaba aquí.
Y Fiebre llegó justito en el '78... con la fiebre del Mundial, con la credulidad de muchos de que éramos los Campeones del Mundo en toodoooo. Entonces, cómo no entrar en la onda renovadora que esa película traía, no?

No voy a hablar de fichas técnicas ni demás yerbas (algo leerán en las imágenes, más adelante). Solamente diré que para mí, como película, dejaba mucho que desear. Esto no quita que acepte que a partir de su estreno comenzó la llamada música "disco".
No tengo ni idea de cuándo la ví por primera vez en mi ciudad natal; lo que sí recuerdo fue que enseguida "prendió".
Todos querían parecerse a Travolta. Caminaban con esa cadencia de ganador del principio de la peli, como si en su interior fueran tarareando "Stayin´alive". Sí, en la época de los 30.000 desaparecidos justamente los "winners" andaban "manteniéndose vivos". Mmm... inconciente colectivo?... o tema de diván para 25 millones.

Cualquier salón "cualunque" tenía la bola de espejitos girando, algunas luces de colores ("tachos" con papel celofán) y pasaba a ser una "disco". Yo diría que así comenzó todo. Luego sí, ya invirtieron un poco más, y los pisos de las "pistas" eran transparentes con luces de colores que se iban encendiendo y apagando al son de la música, y agregaron la relampagueante luz negra para que todos todos terminaran bailando enloquecidos y viéndose como robots alocados.

Como decía, todos querían parecerse a Travolta. Entonces si bien seguían con los mocasines color suela y los jeans, quién no tenía un saco color crudo, se acuerdan? Porque claro, traje completo blanco era demasiado... y digo demasiado porque imperaba el machismo como nunca. Aunque sinceramente a la hora de imitar los movimientos del ídolo nadie tenía en cuenta que demostraban una dudosa sexualidad con ese movimiento de cintura y ese "culito" perfecto que contraía al bailar, y sobre todo moviendo el brazo estirado y señalando hacia arriba con el índice.
No voy a hacer una crítica de Travolta como bailarín, simplemente porque no lo es, el coreógrafo hizo lo que pudo, las cámaras lo enfocaron para endiosarlo y la Paramount envolvió el producto en el más brillante papel (como siempre pasa) y lo lanzó de lleno al estrellato. La magia del cine, vio?
Ellas?... ellas soñaban con que él las tomara por la cintura y las hiciera volar girando con una pierna doblada (una especie de "pescado"). Noooo, no pasaba, quién podía. Y digo "ellas" sin incluírme porque en esas épocas yo soñaba con hacer un "pescado" (que así se llama esa pose en ballet) con el Rudy, no con el John... claro, acertaron!: con Nureyev.
Atenti, que yo igual me prendía y estaba contenta porque para bailar ponían la versión de la Quinta de Beethoven, aunque ciertamente era un estropicio, la hicieron "hilachas". Y luego, obviamente, a la hora de "apretar", me encantaban los "lentos". Vamos, setentosos, dejen los "ohhh!" a un lado y confiesen que era eso lo que esperaban todos, la hora de "chaparrrr!!!" y además bailando eran de madera.

Recuerdo que se hacían concursos de baile y ahí sí, los participantes empilchaban como en la peli. Generalmente bailaban parejas de otros lados, los lugareños "se quemaban" si se atrevían a tanto. Se animaban un poco a "lookearse" a lo Travolta, pero nada más.

En fin, como verán, la "fiebre" corrió como reguero de pólvora e hizo saltar el mercurio de varios.
Después?... después vino una saga de films con danzas, ensayos, escuelas de música y danzas... pero el "boom", la primera, nos guste o no fue "Saturday Night Fever".


La trama contaba la vida de Tony Manero, un joven neoyorkino, de Brooklyn, cuya aspiración ante una vida chata era la llegada del sábado por la noche para destacarse.
Claro, no era tan simple, en realidad era hijo de inmigrantes italianos, roza el tema de la discriminación, el tema religioso (su hermano es un cura dudoso), el tema de la rebeldía adolescente, del grupo de amigos que juega con su vida sin sentido haciendo malabares en el famoso puente, la "guerra de pandillas".
El sentirse sin futuro y escaparse de la realidad en ese acaloramiento de movimientos ensayados. Un veinteañero que busca un motivo para vivir y lo encuentra en la danza, en competir bailando, en ser el centro de todas las miradas. Así conquista a la "minita" inalcanzable también.
Hace catarsis bailando, logra sus cinco minutos de fama en su ambiente... y sí, el sueño americano de "superarse" (el sueño argentino de "Bailando por...?). Como ven tenía todos los condimentos, acompañados por la música de Bee Gees y otros, aunque la que enganchaba era la de los hermanos Gibb.

En definitiva, pasados 30 años, les parece muy diferente la realidad adolescente actual?

Algunas "chismosidades":

* Travolta practicó nueve meses la coreo de esta película, además de hacer un régimen para bajar los casi 9 kilos que le sobraban.
* Karen L. Gorney, que encarnó a Stephanie Mangano (coprotagonista), era 9 años mayor que John. Ella 32 y él 23, "unque" Ud. no lo crea. Y por años dejó de actuar.
* En los comienzos de la peli aparece una señora esperando por un tarro de pintura (Tony Manero era empleado en ese comercio), es nada menos que su madre en la vida real: Helen Travolta.
* "La Niñera" (The Nanny), Fran Drescher actúa de amiga de Tony, y en una escena en la disco le pregunta si él es "tan bueno en la cama como en la pistas de baile" (mmm...) y luego bailan juntos.

* La filmación se suspendió porque la novia de Travolta, Diana Hyland, 18 años mayor que él (hizo de su madre un año antes en "El muchacho de la burbuja de plástico"), murió de cáncer.
* La disco "Odisea 2001" (quizás un homenaje al film de Stanley Kubrick del ´68) funcionó 10 años y luego fue un boliche gay llamado "Spectrum". En el 2005 fue demolida.

Ultimo detalle: Las fotos que ilustran este recuerdo son de la veterana que lo escribió. Síiii!!! acertaron!!! tengo el álbum doble con la banda original de "Saturday..."!!!.. y ustedes, setentosos, lo conservan??? El mío está "impecable" (mmm... se ve que mucho no lo escuché)... quién apuesta más por él?.. No, che, lo digo "de mentira", porque fue el regalo de cumple del ´78 que me hizo la barra de amigas: una joyita para esa época.

Ahora sí, los dejo con este trozo "youtubero" para que calienten los motores y luego comenten qué recuerdos tienen de esa época, como eran en su adolescencia, o qué les contaron sus viejos y si son adolescentes y se animan si ven una diferencia "tan abismal" o les aporta otra mirada de aquella época... en fin, comenten libremente lo que se les cante.

La consigna es... tratar de bailar como el "Tony Manero". Vamos gente, revoleen el reuma y la osteoporosis y sigan la coreo!!! Ah! les dejo un beso ahora, porque después de casi 10 minutos de fiebre quedarán desintegrados, ajajá! Chaucito y... que lo disfruten!




miércoles, 13 de febrero de 2008

Grageas sueltas...

La música de los setenta tuvo picos inmensos, que serán tratados por quienes están calificados para eso. Ni sueño con meterme en esos terrenos. Al ser invitado a participar, en un gesto que demuestra tanto el altruismo cuánto la irresponsabilidad de los fundadores de este blog, propuse ir saltando de temas al compás de cosas que fueran ocurriéndoseme o que los comentarios me fueran sugiriendo (a ver si acusan recibo y proponen…)

Una de las cosas que recuerdo de aquellos años era la OTRA música nacional, no la que apuntaba a cosas más artísticas o la de raíz folklórica o tanguera; sino la netamente comercial que constituía una versión más barrio norte de Palito. Francis Smith fue tal vez el mayor profeta de esa onda, que logró un espacio propio en los boliches. Cuando la pista se iba vaciando y faltaba onda en el ambiente (me tocó sufrirlo un par de veranos desde la cabina), el remedio infalible era mandar una tanda de estos temas, que solía arrancar con el grito absurdo e inexplicable de Quique Villanueva: “¡Shábatatábatatábatatábata…!!!”

A nadie le gustaba realmente esto. Todos reconocíamos que era un asco. Pero saltábamos cual resortes a la pista, y perdonen la expresión irremplazable, a cagarnos de risa un rato.

Las letras… se aprendían en veinte segundos. Eran de terror. Por eso, una de las cosas que pensé hacer – y estoy haciendo – era analizar un poco una de ellas, que cantábamos como si eso solo no nos ganara un lugar junto a Satanás en el círculo de los bobos…

Señoras, señores, con ustedes: Un día de paseo en Santa Fe.




Un día de paseo en Santa Fe / No le hace mal a nadie, ya lo sé.

Efectivamente, suele ser un rasgo común a varias avenidas. En general podría decirse lo mismo de Cabildo, de Rivadavia o de la calle Andonaegui. PERO… esas no riman con “sé”. Ni con lo que viene:

Mirando las vidrieras te encontré / ibas despreocupada y te llamé
De pantalones anchos y de vincha / de camisa bordada color té.

La percepción es notable. Advertir la despreocupación así nomás no es pavada, a muchos nos llevaba meses de conocer a alguien. El identi kit bastante adecuado, y al final un error muy de la época. Los colores son azul, blanco, amarillo, rojo. Basta de convertir todo en color. Té es una infusión, salmón un pescado que preanuncia el sushi, Dior un señor y no un rosa, seco es algo que carece de humedad y no un verde. En fin.

Anyway, objetivo logrado, todo rima: Santa Fé, ya lo sé, te encontré, te llamé, color té, terminé.

Tomamos ese taxi en la ciudad / rumbo a la costanera sin pensar.

Tres disparates en doce palabras. ESE taxi, no otro. El que estaba señalado por el dedo de la providencia. Y no en Abra Pampa o Corral de Bustos, no… EN LA CIUDAD. Pavada de dato. Y a la Costanera SIN PENSAR, porque decirle al taxista “a la Costanera” requiere un esfuerzo intelectual que reíte de la teoría de la relatividad.

Miramos los veleros navegar / y parecían quedarse en el lugar.

Acá nos siembra la duda. ¿Era un día de poco viento? ¿O estos son decididamente dos tarados…? Tres, contándome a mi que escribo estas cosas…

Intermedio para descanso neuronal: Lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalala

Y entramos en la zona de definiciones, y la poesía crece y crece:

Mañana voy contigo a tomar Sol / si llevas tu el almuerzo y bronceador.

Perfecto. Y si sacás los pasajes y el hotel, nos vamos a Paris. Y si preferís comprar la ropa y las raquetas, nos vamos a pelotear a cualquier cancha de las que hay en cada esquina gracias a Vilas…

Elige cualquier playa, me da igual / total no la comparo con el mar.

Y si, honestamente, yo lo que quería era garronear el almuerzo. El sol, las olas y el viento se los dejo a Donald…

Y llegamos al final. Esto, señores, cantábamos y bailábamos. ¿Van entendiendo por qué después tenemos los presidentes que tenemos, por qué el presupuesto de Educación baja al subsuelo, por qué somos como somos…??

De ahora en más, cuando un hijo o alguien cercano nos pregunte cómo fue que nos fuimos al carajo, le podemos decir: De pantalones anchos y de vincha, de camisa bordada color téééééeeeeee……

lunes, 11 de febrero de 2008

Algo Muy Sui Generis

Había una vez un chico de 3 años que tocaba en un piano de juguete una melodía llamada "Torna Sorrento" imitando el sonido de la cajita de música de la madre.

Ese mismo chico a los 5 años tocaba todas las sonatinas de Chopin de memoria y a los 11 años ya era concertista. ¿Sorprendido?

Bueno, nacido en el porteño Barrio de Caballito, en el seno de una familia pudiente venida a menos, Carlos Alberto García Moreno se inició en el mundo de la música a través de un estilo que lo marcaría en cada una de sus composiciones, la música clásica. Los sueños de alcurnia de su familia se truncaron cuando cayó en manos de García el álbum Help! de los Beatles.

Corría el año 1965 cuando cursando sus estudios secundarios en el Dámaso Centeno formó un grupo con unos amigos. Ya por ese entonces todos lo llamaban Charlie. En las horas libres se juntaba gente alrededor del piano del colegio para escuchar al chico desgarbado que hablaba a través de las teclas. En una de esas yuntas, conoció a Carlos Alberto Mestre, Nito, quien tenía a su vez su propio grupo. Tuvieron la idea de juntar los dos en uno solo, que primero tuvo la forma de quinteto. Sus integrantes a medida que iba avanzando la década del ´60 se fueron yendo de a poco ante las presiones familiares, la carencia total de dinero y un futuro poco promisorio.

En 1971, a Charly le toca hacer el Servicio Militar Obligatorio. En uno de sus intentos por que le dieran la baja, ingirió todo lo que encontró en el camino, yendo a parar indefectiblemente al Hospital Militar. Al despertarse escribió Canción para mi Muerte, Sui Generis tenía ya su pasaporte al éxito. Finalmente, se cuenta que al no lograr la baja, terminó sacando a pasear un cadaver en camilla por el jardín. Al ser preguntado sobre qué corno era lo que estaba haciendo, se limitó a decir que lo vió un tanto pálido. Su fugaz paso por el ejército quedó plasmado en "Botas Locas" canción censurada que tendría que haber integrado de primera mano el larga duración "Instituciones".

Por esos años, mientras tocaban en el sótano de un bar en Corrientes y Esmeralda, conocieron a Pedro Simón Bayona, más conocido como El gordo Pierre, quien los llevó a Jorge Alvarez, fundador de Mandioca, el primer sello de rock argentino, y que ya en ese entonces estaba al frente de Microfón, fue Alvarez quien le daría a Charly y Nito la oportunidad de grabar su primer disco, “Vida”, estábamos en 1972 y los chicos tenían 20 años.

Charly y Nito ya estaban solos, por lo que Alvarez convocó a modo de sesionistas a Claudio Gabis, Alejandro Medina, que ya disuelto Manal, tocaban en la Pesada del Rock con Billy Bond. Fue tan grande la sorpresa de los “veteranos” al ver como tocaba Charly, que lo convencieron a Billy Bond de convocarlo para la grabación de “La Biblia” de Vox Dei, versionada por La Pesada.





Al tomarlos casi por sorpresa la grabación del álbum, Charly, de por entonces 20 años, volcó todo el material que tenía guardado. Sus letras plenamente adolescentes, iban desde el miedo a lo que vendrá en “Dime Quién Me lo Robó” hasta la poesía mas pura en “Estación” y “Quizás Porque”, pasando por la protestota “Cuando Comenzamos a Nacer”. “Canción para mi Muerte” fue el primer simple del grupo y también fue incluida en el film “Hasta que se ponga el Sol” otorgándole al grupo mucha más difusión de la que hubieran esperado.

En 1973, editan “Confesiones de Invierno” en el cual ya se comenzaba a notar el lineamiento ideológico de García en la canción que le da nombre al disco. Por esos años, García estaba facinado por el sonido de Elton John y las letras de Bob Dylan y se notaba en el disco. Tuvieron la posibilidad de contar con una orquesta en algunas canciones y lo capitalizaron en “Cuando ya me Empiece a Quedar Solo”, en el himno “Rasguña las Piedras” y en “Tribulaciones, Lamento y Ocaso de un Tonto Rey Imaginario, o No”, una de las primeras canciones en la que Charly hace referencia a la realidad. Tengamos en cuenta que cuando salió el disco, caía una dictadura y la Argentina volvía por un momento breve a la Democracia. Es curioso el paralelismo que hace entonces con la letra, mezclando la concepción del absolutismo francés con el gobierno militar. En el mismo disco estaba “Aprendizaje”, “Bienvenidos al Tren” y “Mr. Jones” Cuesta creer que un chico de 21 años escribiera esas letras (sobre todo porque este humilde servidor a los 21 años era un boludo a cuerda)


Ya por esos años, Sui Generis tenía encima más de cien recitales, pero el Rock todavía no era masivo, era raro tocar en teatros y nadie había hecho un estadio aún. El dinero no lo veían los músicos y el poco que llegaba, se gastaba en instrumentos para mejorar el sonido (Charly vivía en una pensión con su mujer, María Rosa Yorio). Los contestarios no tenían difusión y el rock progresivo no llegaba ni en barco. Pero esa no es otra historia, es parte de Sui Generis también, porque a pesar que muchos lo consideran un grupo de canciones de fogón, fue quizás el grupo más comprometido con la realidad de su época, (llegaron a caer presos en Uruguay después de un recital), y todo fue por “Instituciones”...

El tema continuará en otro post, dado que es una historia muy rica en detalles. Pero antes quiero hacerles una pregunta ¿Qué hacían de sus vidas a los 21 años?



sábado, 9 de febrero de 2008

Life is a Cabaret!

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Transcurre el año 1972. La Apolo XVI es lanzada al espacio. Perón vuelve al país tras 17 años de exilio. Comienzan a venderse las tarjetas del PRODE.
Salta a luz el escándalo Watergate. Luis Alberto Spinetta debuta con Pescado Rabioso
Se estrenan en el país el Padrino, de Francis Ford Coppola; La aventura del Poseidón; la película porno Garganta profunda; "La gran aventura", con Julio De Grazia – Bauleo - Bo;
Anteojito y Antifaz "Mil intentos y un invento, de García Ferré; El retorno del dragón, con Bruce Lee; Gritos y susurros, de Bergman; El profesor tirabombas, con Luis Sandrini y Cabaret, dirigida por Bob Fosse, entre otras.




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Y aquí quería llegar!!
Para hablar de películas setentosas elegí en primer lugar Cabaret!
Por qué? Porque me gustan muuuucho los musicales, porque Cabaret es una película de culto entre los musicales y porque si, que se yo! ajaja
Cuando se estrenó, yo tenía 12 años y no la pude ir a ver. Es mas, no recuerdo exactamente cuando la vi por primera vez, pues fue hace mucho. Gracias Dios aún recuerdo cuando la vi por última vez!!
Fue la noche anterior a escribir este post! ajajja

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Cabaret, basada en la novela "Adiós a Berlín" de Christopher Isherwood, fue dirigida por Bob Fosse, y protagonizada por Liza Minnelli, Michael York y Joel Grey.
Narra la historia de la cantante y bailarina Sally Bowles (Liza Minelli) que, en 1931, actúa en un cabaret llamado Kity Kat Club de Berlin y sueña con convertirse en una gran actriz.
Su vida cambia cuando Brian Roberts (Michael York) llega a la pensión en la que ella reside.
Ahí se enamoran. Luego aparece un tercero en "discordia", un barón con mucho dinero, con el cual ella queda deslumbrada. De el no, en realidad de su billetera!
La película tiene como distintas tramas que se van viendo. La relación de los protagonistas, la vida en el cabaret y una Alemania en donde está naciendo el nazismo.
La interpretación de Liza Minnelli y Joel Grey son para mi, impecables!
No quisiera entrar en una crítica de la película, sino mas bien en comentar algunas partes que a mi me gustaron especialmente o que me llamaron la atención.

El primer beso que se dan los protagonistas, supuestamente apasionado, está muy lejos de ser un beso de los que se ven hoy en día en el cine o la TV. El beso de Cabaret, es un beso setentoso, un simple roce de labios, mucho mas tierno que fogoso!!. Y eso ya era...puf...un montón!! Excluyendo, claro está, a las películas porno que nunca en mi vida vi, ni las volveré a ver! ……Si mal no conté, son tres besos los que se dan a lo largo de la película, y todos del mismo estilo.

Otra parte que me parece muy bien lograda es una escena en la que la pareja comparte un paseo con el barón, terminan bebiendo, bailando los tres y en donde, a partir de un juego de miradas, se insinúa un triángulo amoroso.

La película muestra escenas de la vida alemana nazi, pero como al pasar. Hay una parte que sucede en el cabaret, en donde en el escenario se desarrolla un baile típico aleman, con cachetazos entre los bailarines, y al mismo tiempo, unos alemanes le están pegando al dueño del cabaret. A mi me encantó como intercalaron esas escenas, haciendo perfecto juego con la música!!
Creo, y esta es una opinión absolutamente personal mía, esta película pretende mostrar, quizás de manera irónica, una Alemania con hambre, con poco trabajo, con homosexuales y prostitutas y con judíos, y en la cual, un sector de la sociedad, estaba ansiosa por recibir al líder que los salvara.
Hay una escena muy buena en donde se ve el rostro de un joven cantando dulcemente una canción que dice "Tomorrow belongs to me" (El futuro nos pertenece). Primer plano de la cara radiante de un chico rubio, fiel representación de la "raza aria" que canta con una sonrisa angelical. La cámara se aparta un poco para dejarnos ver lentamente que el joven lleva el uniforme de las juventudes hitlerianas. Poco a poco, varias voces van añadiéndose al canto que cada vez toma más ritmo y fuerza, hasta que prácticamente toda la gente allí congregada acaba cantando a pleno pulmón, con el brazo extendido y la dulce canción del principio se ha convertido en una marcha triunfal militar.


Pero, como corresponde al género, lo mejor de la película, indudablemente, son los musicales.
El actor Joel Grey, que hace de maestro de ceremonias, hace un trabajo fantástico! Canta, baila, entretiene y hace de una especie de relator cómplice a lo largo de la película.
Liza Minnelli logra el papel de su vida! Nunca pudo superarlo.
De los musicales, hay dos escenas que son las mas conocidas.
La primera es Cabaret, interpretada magistralmente por Liza.
Y la segunda es Money Money, interpretada por Liza y por Joel Grey.
En todos los musicales, la coreografía es de Bob Fosse.

Cabaret ganó los premios Oscar al mejor director para Bob Fosse, mejor actriz para Liza Minnelli, mejor actor secundario para Joel Grey y mejor música para John Kander y Ralph Burns. En el apartado técnico, Cabaret, ganó los Oscars destinados a mejor decorado, mejor montaje, mejor fotografía y mejor sonido.
Tengamos en cuenta que ese mismo año se estrenó el Padrino, y que solo se llevó dos Oscars.

Como perlitas les puedo decir que Vincent Minnelli, el padre de Liza, fue quien diseñó junto a su hija, el maquillaje y el peinado del personaje de Sally Bowles.
Una de las cosas que no quería Fosse era contratar a Joel Grey para el papel, pues no le convencía. Al más puro estilo de El Padrino el productor le dijo que o contaba con Grey o se iba a la calle. Fue una oferta que no pudo rechazar
En su momento, se polemizó sobre la estatuilla ganada por Joel Grey en detrimento de Al Pacino como hijo de Don Vito Corleone.

Y vos, viste Cabaret? Qué te pareció?

En qué andabas cuando se estrenó?
Te mueve algún recuerdo?


Los dejo con un video, para que disfruten mientras comentan!!




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jueves, 7 de febrero de 2008

Más de 30 años después

Se encontraron en el bar de siempre. Él ya está cerca de los setenta y ella tiene 56 años, pero ambos se ven bien, íntegros, física y emocionalmente. Por más que se conozcan desde hace décadas, siempre despierta en ellos un sentimiento de bienestar el estar juntos, de la forma que sea.
Se conocieron en los setenta y tuvieron una relación arrolladora, frenética, como ellos. Pese a miles de contratiempos pudieron terminar juntos, por un tiempo. Hubo muchos que quisieron separarlos, pero fueron ellos los que decidieron hacerlo, sin terceros. Ella buscó nuevos horizontes y él conoció a Natalia y al hijo de ésta, Quique. Pero no hubo suerte. Natalia dejó este mundo y él quedó solo a cargo del pibe. Al tiempo volvió su primer amor y apostaron de nuevo a armar su mundo. Hubo una hija que los unió más. Pero la convivencia fue dura y decidieron que no podían más con eso. Acordaron encontrarse cada tanto y cada uno fue continuando la vida por su lado.
Los vaivenes políticos y económicos los rozaron como a todos. Ella perdió lo poco que le quedaba de su fortuna y él le erró en varios negocios, pero siempre salieron adelante, con fuerza. Es que así fueron, son y serán: personas para quienes los obstáculos están para superarlos.
Ella rehizo su vida sentimental con un hombre mucho menor y él intentó varias veces, sin resultado definitivo. La hija de ambos les dio una nieta y se desviven por ella. Quique se recibió de médico y armó su familia lejos de todo.
Saben que cuentan uno con el otro, para lo que sea, porque el vínculo que se formó hace más de 30 años es indisoluble. Ya no se aman, pero se quieren intensamente.
El ritual de cada mes va llegando a su fin. Se pusieron al día con todos los temas y acordaron un nuevo encuentro. No hay tristeza en la despedida, pero si mucha ternura y respeto. La vida, los gobiernos, la gente, les robó muchas cosas, les hizo perder otras, pero nunca pudieron ni podrán sacarles lo vivido y los recuerdos sobre esto.
Él se ofrece a llevarla, pero ella se excusa diciendo que la esperan cerca de allí y, levantando la mano, se despide. Él la ve alejarse y un dejo de nostalgia lo invade al evocar los momentos compartidos con esa mujer, Mónica Helguera Paz.

Sube al auto y se dispone a volver a trabajar en su medio, la calle. Porque él seguirá siendo, por siempre, Rolando Rivas, taxista.

martes, 5 de febrero de 2008

La parte que me corresponde...

... Los ingredientes de la nostalgia.


La convocatoria de Stella, abrió el baúl de los recuerdos. Los destellos que perduran de aquellos tiempos, son infinitos.
Ser un adolescente o un joven en los setenta, tenía una cuota enorme de inocencia. En la actualidad recordar cuestiones del "corazón", me produce mucha ternura...


Esa noche, en la fiesta de cumpleaños de una amiga, había rebotado a un enamorado: ignorando las consecuencias de mi negativa.
Con él éramos amigos. Charlábamos frecuentemente e intercambiábamos cartas; incluso debí tolerar a una compañera de curso en el rol de celestina.

Por entonces se solía decir: "-Fulano gusta de mengana". "-Sultano no gusta de fulana". En este caso, él gustaba de mí, sin reciprocidad.
Nada parecía especial hasta que ocurrió lo peor: se puso a llorar. Era la primera vez que veía llorar a un varón ("los hombres no lloran" (?), se decía y se aseguraba). Esto significó para mí el dolor más grande que había experimentado por aquel tiempo. Verlo sufrir y no saber que hacer, era mi cruel y justo castigo.

Completando el calvario de aquella noche, regresé de la fiesta de cumpleaños en el auto del padre del desconsolado, ¡¡me sentía rebalsar de culpas!! Aquel Fiat 128 blanco, era como un carruaje que me transportaba hacia el destierro.
Iba finalizando el año 1977 y la canción "La parte que me corresponde" (My Fair Share de Seals & Croft), me producía deshidratación por tanto llanto. La escuchaba en continuo, rebobinando el casette infinidad de veces, reviviendo sin fin el dolor que había ocasionado.
Luego de aquella experiencia, la canción siguió teniendo su efecto lacrimógeno.
Con el sufriente enamorado continuamos compartiendo
el aula de la escuela, sintiéndome inevitablemente culpable cada vez que lo veía...







¿Ustedes también tenían sus "canciones" melancólicas preferidas?

Los
"rebotes" ¿eran dolorosos?



de La Candorosa, para "Te cuento los setenta".

viernes, 1 de febrero de 2008

You Can´t Stop The Music!

Vamos a intentar hablar de la música de los ´70. No seré Alejandro Pont Lezica, ni Pipo Lernaud, no tenía tarjeta de descuento en el Centro Cultural del Disco, ni escribí en la Revista Pelo. Tampoco en el Expreso Imaginario, pero me defiendo, ya que la música de aquellos años la vivo como si fuera de hoy. Y es que los Setenta son a la música contemporánea lo que la revolución industrial es a la modernidad. Todos los sonidos que hoy escuchamos, fueron desarrollados durante la década del ´70. Es un hecho, no una opinión, es inobjetable. Y desde esta humilde columna, intentaré demostrarlo en diversas entregas.

Es que fue una década riquísima en sonidos, en estilos musicales, en innovaciones tecnológicas aplicadas a la industria discográfica y la época en que dicha industria vivió su apogeo, sin radiograbadores que hicieran peligrar el lucrativo negocio de la venta de discos.

Fue una década en la que se desarrollaron corrientes musicales que pudieron tener su génesis en los últimos años Sesenta, pero que sin lugar a dudas, crecieron y se popularizaron durante estos años increíbles. Los cimientos de la música pesada se encontraban en Led Zeppelín, Black Sabbath y Deep Purple. La música progresiva del primer Génesis (aquel que comandaba Peter Gabriel y en el cual Phill Collins era simplemente el baterista) Yes y un Pink Floyd que dominaría la escena psicodélica. El Glam Rock, aquel género que disparara a la cima a David Bowie y Queen tuvo su momento de gloria. Nadie puede negar con estos antecedentes, que la escena rockera mundial era dominada nuevamente por los británicos, con contadas excepciones como la de Kiss.

La década del ´70 se inició con una mala noticia. Los Beatles ponían punto final a su vertiginosa historia de la manera más escandalosa posible. Como si fuera una ironía, el grupo que mas influenció en el sonido de la década que comenzaba, no estaría presente como tal, dejando vía libre a los Rolling Stones para que se convirtieran en la leyenda que hoy en día son. Nos dejaban un último regalo, el album Let It Be.




Desde el lado oeste del Atlántico, llegaron a su apogeo en los tempranos ´70 Creedence Clearwater Revival, llegando a poner fin también a su meteórica carrera en medio de un escándalo familiar entre los hermanos Fogerty. La muerte de Jim Morrison también marcó de mala manera al ambiente. Mientras tanto, en los bares de New York se preparaban Lou Reed y sus Velvet Underground, Blondie y The Ramones para llegar a las primeras planas, conjuntamente con los Británicos The Clash,The Police, Sex Pistols y Dire Straits para dar inicio a dos movidas muy ligadas entre sí: La New Wave y el Punk.

En los Estados Unidos, la disquera Motown, llevaría al Soul a las primeras planas de la mano de Marvin Gaye y Al Green. Estos monstruos de la música negra serían los precursores de la fiebre disco, que sin duda alguna es él símbolo de la segunda mitad de la década lanzando a la fama a innumerable cantidad de grupos como los suecos ABBA, Earth Wind & Fire, The Bee Gees, Gloria Gaynor, K.C. and the Sunshine Band, Donna Summer, Kool and the Gang, Barry White (aunque también era el rey del apriete) y fue tal el suceso que hasta los Rolling Stones y Kiss hicieron temas muy disco (Emotional Rescue y I Was Made For Loving You respectivamente).




ABBA

En el hemisferio sur sucedía algo similar que en Gran Bretaña pero a nuestro ritmo. La Balsa de Los Gatos ya habían quedado en los ´60 y muchos de los jóvenes de por entonces necesitaban una alternativa a la música beat, algún espacio en el que otros jóvenes como ellos dijeran las cosas que ellos pensaban. Se escuchaban los acusticazos por un lado y a los pesados por otro. Nadie imaginaría que los sesionistas del primer disco de Sui Generis (1973) eran músicos de La Pesada del Rock and Roll, que comandaba Billy Bond.


Charly y Nito - Sui Generis

La Biblia de Vox Dei, puso al Rock Nacional ante su primer escándalo, ya que los conservadores creían que era un sacrilegio. Influenciados por artistas como Simon & Garfunkel, Elton John y Bob Dylan, nuestra escena rockera se volcó a lo mayormente acústico y protestón: Almendra, Sui Generis, Pastoral, María Rosa Yorio, León Gieco, Raúl Porchetto, todos muchachos que no llegaban a los 25 años y ya eran ídolos. No es para menos, el nivel musical y creativo en general de aquellos años no tiene comparación con otro momento argentino.

Nuestra escena blusera local que había dejado vacante Manal, fue ocupada indiscutiblemente por el Carpo con su Pappo´s Blues. Los amantes de la música progresiva tuvieron en Crucis y en la Máquina de Hacer Pájaros unos buenos ejemplares. Pescado Rabioso, Invisible, Serú Girán, Arco Iris, Alma y Vida, La Cofradía de la Flor Solar. Todos los géneros tuvieron su lugar.

La década del ´70 lo tuvo todo, hasta fue el inicio de la música electrónica con los primeros samplers y sintetizadores. Nunca nadie podrá negar que aquellos años son únicos e irrepetibles y que cualquier músico que se precie de tal, daría lo que fuera pr haber vivido por aquellos años.

Esto es solo una introducción, el tema es inacabable. Otros amigos que la tienen mas lunga en lo que son asaltos y boliches, habrán de dedicarse a eso, a la música de joda...es que acá son todos unos fiesteros...

Bruno, para Te Cuento los Setenta

Importante: Al comienzo de la columna izquierda, me tomé el atrevimiento de poner un reproductor de música que por el momento cuenta con 50 canciones. No tienen más que darle play y elegir la que quieran, o dejarlo sonar. Un servicio a la comunidad. Y es gratis...hasta que le encontremos la vuelta lucrativa.

Bruno, again