miércoles, 14 de enero de 2009

En la isla se cumplen tus sueños

Ricardo Montanbán nació en México, en 1920, y falleció el 14 de enero de este año, en Los Angeles, California.
Mantuvo su nacionalidad mexicana por propia elección, sin jamás haber solicitado la ciudadanía estadounidense.
Comenzó su carrera en México en la década de 1940 y se hizo conocido en EE.UU. en 1948. Entre 1957 y 1959 actuó en Broadway en el musical Jamaica junto con Lena Horne. Por su actuación fue nominado para el premio Tony como mejor actor en musicales.
Tal vez sus actuaciones más conocidas fueran la del personaje del Sr. Roarke en la serie de tv La Isla de la Fantasía y el que se dice es el mejor villano en la serie de películas de la saga Star Trek: Khan Noonien Singh en el filme Star Trek II: La ira de Khan . Recibió un Emmy por mejor actor secundario en la serie "How the West Was Won" ("La conquista del Oeste") en 1978. Montalban continuó trabajando, incluso en silla de ruedas en sus últimas películas debido a sus dolencias lumbares.

La isla de la fantasía es su trabajo más importante en la década que nos atañe.
En mi casa la mirábamos siempre. Era una serie que combinaba todos los ingredientes necesarios para mantener enganchada a la familia entera. Romance, suspenso, diversión.
Seguramente la recuerdan.
Los sueños se hacen realidad en una paradisíaca y glamorosa isla del Pacífico, donde un misterioso millonario, Mr. Roarke (Ricardo Montalban) secundado por el enano Tattoo (Hervé Villechaize), hace que los invitados puedan vivir sus sueños más preciados por la módica suma de 50 mil dólares cada uno.
Se inició como show semanal el sábado 28 de enero de 1978 a las 22:00 por la ABC y llegó a totalizar 152 capítulos hasta el 19 de mayo de 1984, en que salió de la programación.
El entorno era ciertamente romántico: una remota isla fabulosa en la que cada visitante podía cumplir el sueño de su vida. Ejemplos: un muchacho apocado y hogareño podía convertirse en objeto de deseo de hermosas mujeres, un vendedor frustrado podía efectuar el negocio más rutilante de su carrera, un padre de familia sometido por su esposa podía lograr el respeto de su familia durante ese fin de semana, en fin …
En algunos casos surgía un elemento peligroso, una vuelta de tuerca o una jugada del destino, pero invariablemente se arribaba a un final feliz, o al menos se intentaba traslucir una moraleja. El director de este carrusel fantástico era Mr. Roarke, siempre vestido de blanco, tal como Tattoo, su “mano derecha” con un fuerte acento francés y un metro con veinte de estatura. El pequeñín abría cada emisión avistando la llegada de los pasajeros al grito de “¡El avión, el avión!’. Luego, junto al anfitrión los recibían con tragos tropicales, guirnaldas hawaianas y sonrisas edulcoradas.

Vaya este pequeño homenaje a tan excelente actor, que, ahora desde el cielo, capaz que esté jugando nuevamente a cumplir sueños, esta vez de verdad.
No se a ustedes, pero a mi me tienta pedirle alguno! :)

Fuente: Wikipedia, RetroBlog