miércoles, 21 de abril de 2010

Carpenters



Cuando la familia Carpenter llegó a Downey, California, a principios de los años ´60, Richard buscaba superar su falta de talento con horas de práctica en el piano, mientras que a Karen, cuatro años menor que él, le importaba poco y nada la música. Sin embargo, la convenció de ser baterista del Richard Carpenter Trío, que duró un suspiro.


Ya siendo dos, pasaron a llamarse Spectrum y, como previendo un futuro provisorio, en 1966 ganaron un concurso colegial y llegaron por primera vez a la televisión. Pero fue recién en 1969 cuando la compañía A&M confió en ellos, rebautizados sencillamente como Carpenters, y firmaron para un primer LP, Offering, que les daría su primer y modesto sencillo en el cover que hicieran del éxito Beatle Ticket to Ride.




En 1970 y con su segundo disco, consiguieron el primer número uno gracias a (The Long to be) Close to You, que se mantuvo en ranking Billboard durante un mes entero. Paralelamente, en el puesto número dos se encontraba el segundo sencillo del álbum, We´ve Only Just Begun. El éxito del disco –Close to You- fue tan rotundo que en una encuesta reciente de la Rolling Stone, figura entre los discos más importantes del siglo XX.




En 1972 el boom Carpenter ya era un hecho y una catarata de sencillos se desprendían de los sucesivos álbumes que el dúo editaba. For All We Know, Rainy Days and Mondays, Top of the World, Jambalaya, Sing y Yesterday Once More, se vendían todas como pan caliente y rápidamente alcanzaban el disco de oro.




Con una reversión del tema Superstar, Carpenters ganó el primer Grammy. Sin embargo, la letra había sido modificada del original por una cuestión de “estilo” del dúo, pero que los más acérrimos críticos calificaron de “oportunismo” por mostrar una imagen para cierto mercado. El verso “no puedo esperar para dormir contigo otra vez” fue reemplazado por el más inocente “no puedo esperar para estar contigo otra vez”.




El perfil familiero del duo era aprovechado por los padres conservadores que veían como una salvación que sus hijos escucharan a jóvenes con valores morales, antes que a los salvajes grupos de Rock. No olvidemos que a principios de los ´70 se editaba Exile on Main Street de los satánicos Rolling, Dark Side of the Moon de Pink Floyd, se encontraban en pleno auge los salvajes The Who y hacía tan solo un par de años que había ocurrido el festival de Woodstock. Por motivos como este, era normal que un single con motivos navideños editado por Carpenters fuera un éxito de ventas.

Entrado 1975, Carpenters edita el trabajo sonoramente más ambicioso de la agrupación. Horizon, que rápidamente fue certificado multiplatino. El cover de Please, Mr Postman fue el corte más vendido como sencillo de aquel álbum y elgrupo esbozó una especie de videoclip del mismo en épocas en que no era habitual hacerlo. Obviamente, y fiel al perfil público de ellos, fue filmado en un lugar que no de miedo a la familia. Disneylandia.





Finalizando los ´70, el éxito de ventas del grupo no se traducía en los rankings. Las tendencias cada vez más hacia el Jazz de Richard Carpenter en medio de la fiebre disco, hacían que no lograran demasiada rotación en las radios. Mientras Karen era prácticamente consumida por la anorexia, Richard debió ser internado en un centro de rehabilitación por su adicción a las pastillas. Al año, Richard estaba recuperado, Karen pesaba lo que debería pesar un ser humano y encima se había casado.




En 1980, realizan un especial para la televisión junto a Ella Fitzgerald y colocan un nuevo éxito en los rankings luego de casi cinco años. Touch me When We´re Dancing. Finalmente el matrimonio de Karen se fue al tacho y su salud también. En su afán por verse más delgada de lo normalmente posible, tomaba 10 veces la dosis necesaria para una persona con problemas de hipotiroidismo. Sólo que ella ni siquiera tenía ese problema. Su corazón le dijo basta en 1983. Karen tenía 32 años.


Si bien fueron para su generación música sólo para adolescentes inocentes, a la luz del paso de los años nadie puede dudar de la voz de Karen, fuerte acaudalada y suave a la vez. Tanto que parece mentira que salía de un cuerpo tan frágil. Carpenters (o Los Carpenters, como nos obstinamos en llamarlos) fueron una parte más que importante en la cultura de los ´70. Y el que diga que no le gusta al menos una canción de su repertorio, miente. Lo sé.




Ok, la próxima la encaro para el Rock, o me enfermo en el camino.


RDP

viernes, 9 de abril de 2010

Carly Simon

En un mundo en el que nos acotumbramos a ver a cantautoras de habla inglesa con notable éxito, como Tori Amos, Alanis Morisette o Norah Jones –por nombrar algunas- es justo recordar a quien dio un empujón gigante a la profesión. Cuando las artistas femeninas cantaban canciones de otros, hubo alguien que llevó la creatividad femenina a la cima del éxito mundial.


Así como nuestras vidas se deben a causas y asares, Carly Simon no se animaba a cantar sus propias composiciones hasta que sufrió una serie de rechazos de productores discográficos de música folk a fines de la década del ´60. Nos hicieron un favor. Y no precisamente porque ella tenga fea voz. Sino que consiguieron que ella se sentara a componer con más ímpetu, lo que la llevó a grabar su primer disco solista y a obtener su primer éxito. That's The Way I've Always Heard It Should Be, incluída en su primer disco.

Pero el boom le llegó en 1972 con No Secrets, su tercer disco. Y es que la canción You´re So Vain se convirtió inmediatamente es un éxito de ventas internacional. Y con ella, el primer mito. ¿Es una agresión sarcástica al actor Warren Beaty, o tan solo una broma a Mick Jagger, amigo de Carly que además canta en la canción? Lo cierto es que el disco vendió un millón de copias tan solo en unos meses y gano un Grammy. El primero de la cosecha de la artista.



Ese mismo año se casaría con el cantautor canadiense James Taylor, con quién además de la pasión por la música, compartían el activismo pacifista. Luego de un par de discos de aceptables ventas, pero sin mayores éxitos, llegaría la oportunidad de grabar una canción para la banda de sonido de La Espía que me Amó de la saga 007. La canción en cuestión era “Nobody Does It Better” y marcaría el inicio de una excelente relación entre Carly Simon y la industria del cine.



Finalizados los ´70, Carly empezó a presentarse en vivo esporádicamente, luego de haberse desmayado en pleno concierto, lo que marcó el fin de sus giras norteamericanas. Y aunque seguía con su prolífica producción discográfica, no conseguía retomar el éxito la década pasada.

Todo cambió cuando en 1986 volvió a componer para una película. Esta vez fue el turno de Heartburn, que si bien pasó sin pena ni gloria, su canción Coming Around Again permanece como clásico indiscutible de la historia de la música. Tan grande fue la repercusión que un año más tarde volvería a ser convocada para otro filme. Secretaria Ejecutiva se convertiría en un éxito internacional y su canción Let the River Run ganó un Grammy, un Globo de Oro y un Oscar a la Mejor Canción.



Si bien, desde entonces su carrera fue errática en cuanto a ventas, su condición de clásico indiscutible la mantiene siempre vigente. Sus apariciones públicas siguen siendo sorprendentes y su voz, a pesar del paso de los años –el próximo junio cumplirá 65 años- continúa manteniendo la magia.



RDP