sábado, 28 de febrero de 2009

Endulza tu vida...

Nunca llegaron a mis manos.Imagino que para esa época debieron de ser muy caras como lo son en la actualidad …Los vendedores de antigüedades juegan con nosotros, quieren abusar de nuestros bolsillos y darnos con un hacha,con estas maravillas guarda caramelitos.
Felipe Fort,dueño y señor de la merchandising del mundo de García Ferré ,lanzó además de estas fantásticas carameleras diversidad de golosinas,como el chocolate jack que en su interior contenían personajes del mundo de trulalá y hoy en día los coleccionistas nos matamos por ellos en las ferias. (Foto tomada del amiguitus Luis Ardouin)

El sombreritos con su interior lleno de golosinas y sorpresas(Muero por uno de estos )Y el añorado Nutri super hijitus que al tomarlo creíamos que obtendríamos los super poderes del nenito volador super hijitus..El más grande super héroe de todos los niños.
En la década de los 70 aparecían estas carameleras,que al verlas hoy en día en ferias pensé dos veces en armar repimporoteos para poder saquear y salir corriendo…
Eran realizadas en plástico inflado,pintados a mano totalmente hueco y millones de caramelitos en su interior.Tenían un taponcito en la base de cada personaje ,la única caramelera que había que decapitar era al pobre comisario..Marche palcalabozo sin repimporotear.

Su altura promedio era de 20 cm.
Realizaron 11 motivos.
El hada Patricia :que de tan buena empalaga
Larguirucho :que al verlo me enamora
Raimundo :peor que Jaimito
La bruja cachavacha:que de tanta maldad es simpática
hijitus en el cofre:Cuidando que nadie lo agarre desprevenido
Neurus sentado en el mundo: tratando de apropiarse de él.
Oaky de gala:demostrando una y mil veces que es un niño mal criado y consentido
El buzoncito:que nos trae buenas nuevas.
El comisario :que vigila para evitar piquetes y saqueos .
Pichichus : Vigilando .
Y super hijitus tocando el tambor.
Los caramelitos venían envueltos en un papel con dibujitos de los personajes ,dignos de coleccionar,eran caramelos duros.Esos que por minutos te entretenías chupando.
Despúes llegarían carameleras con otros personajes el zapato roto ,de titanes en el ring etc .Y entre ellos la caramelera de mi amor el topo gigio que de hecho nunca la ví ni siquiera en figurita.
(Una tarde hijitutera,recordando a nuestro mas grande de los heróes)
Hoy en día es el sueño de todos nosotros,los fans del mundo de García Ferré,que mantenemos vivo el recuerdo de hijitus ,lograr que todo esto regrese.
Queremos volver a tener en el kiosquito del barrio,estas maravillosas carameleras entre tantas otras cosas.(Grupo hijitus,junto al amestro de la ternura García Ferré)
Algún familiar de fort seguro tiene las matrices en algún cajoncito .
Lo lograremos,CUMPLIREMOS ESTE SUEÑO de eso no tengo dudas.
Si logramos volver a tener los dvd de hijitus en las manos.
También lograremos esto.
Vamos por más.
“Persevera y triunfarás”

sábado, 21 de febrero de 2009

Síndrome de Estocolmo...



Patricia "Patty" Hearst

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Para cuando la noticia se difundió por el mundo, yo era una purreta; poco entendía de cuestiones políticas internacionales o si tal o cual reclamo eran justos o injustos por parte de determinados grupos armados... es que aún no había cumplido mis 10 años de edad.
De todos modos, no podía estar al margen de las informaciones que difundían los noticieros.
Eran épocas en las que tardaban un poquito en llegar a nuestros oídos... aún estábamos lejos de la era digital y de las comunicaciones al instante.

Así fue que por entonces una mujer de nombre Patricia Hearst iniciaba un recorrido de fama inusitada
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El 4 de febrero de 1974 esta joven de casi 20 años, era secuestrada por un grupo armado. La víctima de dicho accionar no había sido elegida al azar, pues Patty -como se la conoció por el mundo-, era la nieta de un magnate estadounidense William Randolph Hearst: periodista y hombre poderoso de la prensa del país del norte (cuya vida fue reflejada -con otro nombre- en la película "El ciudadano").

Se dijo entonces que los secuestradores, luego de exageradas demandas, lograron que la familia Hearst donara una suma cercana a los 6 millones de dólares en comida para los pobres... pero, tras el pago, Patty no aparecía por ninguna parte y se temía lo peor...
Hasta que a finales de abril de ese mismo año, Patty fuera fotografiada en un atraco a un banco, con un rifle de asalto en sus manos.
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Luego se supo que Patty se había comprometido con las ideas revolucionarias de sus secuestradores y había cambiado su nombre por el de Tania.
Para septiembre de 1974, se dictó su orden de captura y fue arrestada en el departamento de un militante del grupo.

En el juicio -iniciado en marzo de 1976- declaró que había sido encerrada, cegada y abusada: física, psíquica y sexualmente por sus captores, lo que a la postre sería lo que habría causado en ella la decisión de comprometerse con las ideas de sus captores. Situación que se difundiría por el mundo como un caso extremo del Síndrome de Estocolmo.

La defensa de su caso no tuvo éxito, y fue condenada a prisión por el robo al banco. Tras dos años de prisión su sentencia fue reducida por el presidente Jimmy Carter, logrando su libertad condicional en el año 1979; para luego, tras varios años -y finalmente-, ser indultada en los últimos meses del mandato del presidente Bill Clinton.
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De La Candorosa para Te cuento los Setenta.

viernes, 13 de febrero de 2009

Yo en mi casa, con los zapatos rotos!





Francisco Brydon Smith, mejor conocido como Francis Smith, fue uno de los iniciadores del pop argentino. Al promediar la década del 60, comenzó su carrera como integrante del grupo Los In, y desde entonces se dedicó a la composición y a la producción, y también incursionó en el cine como guionista y actor.

A toda velocidad, sus canciones alcanzaron popularidad. Se trataba de melodías pegadizas que, sin excepción, eran producto de situaciones de la vida cotidiana y tenían como protagonistas a gente común. Como muchos otros de su generación musical, Francis Smith se inició en el underground de La Cueva. Fue autor de las primeras canciones interpretadas por Sergio Denis, algunas de las más de 300 que llevan su firma, entre ellas unas 30 muy exitosas y traducidas a numerosos idiomas. Por ejemplo, las más conocidas del grupo Los Náufragos, del que fue productor, como "De boliche en boliche" , "Otra vez en la vía" , "Zapatos rotos" , "Yo en mi casa y ella en el bar", "Quedate piola, Vicente" , "Estoy hecho un demonio" (que, según reconoció, escribió como una broma sobre sí mismo, ya que nunca le gustó bailar), "Vuelvo a naufragar" y "Súbete a mi barco"



Francis Smith (a la dercha de la foto), Marilu y peluquero Ruphert, ¿lugar? "Rugantino" , ¿chisme? Francis estrenaba flamante cirugia en nariz.

Al comenzar la década del 80, fue el creador del trío Los Angeles de Smith, encabezado por su segunda esposa, Sandra. El primer matrimonio de Smith fue en 1972 con Marilú (Marilú Brajer), del ciclo musical de TV Alta tensión , con la que se casó en 1972, en una ceremonia transmitida por la pantalla chica, y con la que tuvo dos hijos.

Smith, que fue director artístico del sello CBS Columbia, donde también produjo a artistas como Pedro y Pablo (cuando popularizaron "La marcha de la bronca"), tuvo una activa participación en el cine, incluso como guionista, tal como ocurrió en la comedia Estoy hecho un demonio (1972), que dirigió Hugo Moser (su padrino de bodas), en la que también actuó junto a Juan Carlos Dual, Ricardo Dupont, Jorge Barreiro. Eduardo Lavié y Osvaldo Terranova



Francis, junto a Ricardo Dupont y Juan Carlos Dual,
en la película "Estoy hecho un demonio"



Recientemente, sus temas volvieron a escucharse en la banda de sonido de Isidoro, la película , el largometraje de dibujos animados que dirigió José Luis Massa, de acuerdo con los personajes creados por Dante Quinterno. Para la TV, donde en su mejor momento llegó a emitirse un programa infantil titulado Zapatos rotos , Smith compuso los temas de los micros animados de Mafalda, dirigidos por Daniel Mayo, que emitió Canal 11 en 1973. En 1995 recibió el Gran Premio Sadaic como "Mejor autor de música popular"

En una entrevista que concedió, comentaba:
“Nunca me imaginé que esas canciones iban a quedar como pintura de una época. Una vez Pipo Mancera me dijo ‘vos sos un periodista musical’. Yo me ponía el traje de hippie y me lanzaba a la calle Corrientes a ver qué pasaba. Yo en mi casa... la escribí en el bar La Paz, mirando a las chicas que discutían durante horas. Y el que iba de boliche en boliche era yo, buscando temas para mis canciones”, supo contarle Smith a Clarín, en la previa del estreno del filme Isidoro, la película, a cuya banda de sonido su música le vino como anillo al dedo.

El 11 de febrero de este año, falleció a los 71 años. Hacía cuatro años que recibía tratamiento de diálisis y al momento de su muerte se encontraba internado.

¿Quién de nosotros no tarareó al menos una de sus canciones?
Eran canciones fáciles, pegadizas, sin mucha ciencia, pero han perdurado durante muchas décadas.
Podemos decir que la candidez del rock de los 70, se fue con él!


Fuente: Diario La Nación.

martes, 3 de febrero de 2009

La Opinión



Era el martes 4 de mayo de 1971, yo tenía 19 años y había crecido en la generación de la información despersonalizada. Los diarios más leídos de la época como Clarín –el que se recibía en casa de mis padres- La Nación, La Prensa, Crónica en sus dos ediciones matutina y vespertina y el vespertino La Razón anoticiaban, pero no explicaban ni investigaban. Eran simples mensajeros de los cables de la agencias noticiosas, a los que se agregaba el titular –eran famosos los grandes titulares de tapa de La Razón a través de los cuales aprendí a leer en mi casa como muchos de mi generación- y algún comentario menor, con esporádicas notas firmadas.

A primera hora de la tarde me encontraba esperando que comenzara la clase de Algebra en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Otro alumno mayor que yo y a quien no conocía, se sentó al lado mío y comenzó a leer un diario. Yo intenté hacerlo también de costado y advertí que era parecido al francés Le Monde, pero se titulaba La Opinión, estaba escrito en castellano y era la primera vez que lo veía. Llegó la profesora y el asunto quedó ahí.


A la salida de la clase, al bajar al subterráneo para regresar a mi casa compré un ejemplar en el kiosco del andén.





No tenía nada que ver con los diarios que se editaban en la Argentina en ese momento:

carecía de fotografías, no salía los lunes, ni se hacía mención en sus páginas a las carreras de caballos ni a la cartelera de cines y teatros, pero si tenía una rica cobertura cultural –Pompeyo Camps era el crítico musical y Ernesto Schoo, quien venía de hacerle la primera entrevista para un medio argentino a Gabriel García Márquez en Primera Plana era el Jefe de Arte y Espectáculos -, en sus secciones de política local colaboraban destacados escritores, políticos y periodistas como Ernesto Sábato, Juan Gelman, Rodolfo Walsh, Rodolfo Terragno, Osiris Troiani, Hugo Gambini, Tomás Eloy Martínez junto a jóvenes como Osvaldo Soriano, Horacio Verbitsky, quien se encargó de la novedosa diagramación del diario, Miguel Bonasso, Carlos Ulanovsky, y el dibujante Hermenegildo Sabat, entro otros. Para la cobertura internacional contaba con corresponsales propios en Montevideo, Río de Janeiro, Lima, Santiago de Chile, París, Washington, y una novedad: Jerusalén.

A diferencia de ellos, en La Opinión se practicaba un periodismo interpretativo a través del cual los hechos eran analizados desde notas, la mayoría firmadas, en las que se trataba de rastrear los antecedentes, fijar el contexto y visualizar sus consecuencias, llegándose a veces a presentar dos opiniones opuestas sobre el mismo hecho.


Su director era el periodista Jacobo Timerman, quien en la década del 60 había revolucionado también el medio gráfico con dos revistas Primera Plana y Confirmado, que fueron las primeras en nuestro país en adoptar el modelo de las magazines americanas como Time o Newsweek, y de las que luego se había desvinculado.

La oportunidad para lanzar el nuevo diario se la plantearon los directivos de los talleres Gráficos Alemann, debido a que habían dejado de imprimir The Buenos Aires Herald, por lo que tenían capacidad ociosa, lo que les permitía ofrecerle un buen pecio a Timerman por sus servicios.

Costaba mas caro que sus competidores e iba dirigido básicamente a la juventud capaz de dejar de tomar un café para comprarlo.

Luego de su salida a la calle, la situación política se fue complicando cada vez más y también La Opinión se fue complicando cada vez más con ella en esa complicada década del 70, lo que llevó al diario y a su director a apartase de muchos de sus objetivos iniciales y a muchos periodistas a apartarse del diario; sin embargo ello no implica desconocer su carácter transformador del periodismo argentino durante los setenta, que luego continuarían, a su modo, medios como Página 12 y la nueva Crítica.-



Por Hugo Perini, para Te cuento los Setenta