jueves, 21 de febrero de 2008

EGO-PAST: Una nueva oportunidad

La sala de espera era realmente amplia e iluminada, con un mínimo de adornos. Daba la impresión (seguramente buscada) de inmensidad.
M. no se percató de la presencia de la recepcionista que se había acercado hasta donde estaba sentado.
- Pase por favor, lo están aguardando –dijo gentilmente indicando una puerta entreabierta.
La oficina no desentonaba con el exterior. Una mujer enfundada en un uniforme gris y con el pelo recogido lo invitó a sentarse.
- Bien Sr. M, supongo que ya habrá leído nuestro folleto y visto el video de orientación, ¿no es así?
- Eh… si, pero…
- Entiendo, tiene dudas. Pues bien, esta última entrevista es para aclararle definitivamente como funciona Ego-Past. Hay un par de consideraciones que debe usted conocer.
Se echó para atrás en su sillón, colocó los codos en los apoyabrazos y, cruzando sus dedos, se explayó:
- Como primera cuestión, el “viaje” al pasado ofrecido por nuestra empresa, no es físico, sino mental. Usted no se mueve de nuestras instalaciones, es su mente la que viaja. Pero debo aclararle que la experiencia es totalmente sensorial.
Pausa.
- Segundo: usted sólo viaja a “su” pasado. O sea, no puede ir más atrás de su fecha de nacimiento y no puede ir al pasado de otra persona. Todo el proceso es individual y se basa en sus recuerdos, anidados en su memoria.
Otra pausa.
- Tercero: en su experiencia personal podrá modificar eventos relacionados con su vida, pero debe tener en cuenta que al regreso a la actualidad, el pasado permanecerá inamovible. Por ejemplo: si un conocido sufrió un accidente y usted desea viajar a unos momentos antes para advertirle, podrá evitarlo en ese momento, pero al volver todo será como es ahora y su amigo no habrá resultado ileso, ¿se entiende?
- Clarísimo –asintió M.
- Bien, continúo. Cuarto: nuestra empresa quiere con este servicio satisfacer su ego. Hacerle revivir momentos de su pasado para que pueda modificarlos a su antojo y de esa forma fortalecer su estima. Un cliente solicitó volver atrás, en su época de futbolista, para no marrar un fatídico penal, que le ocasionó complejos posteriores. Una señora quiere tener la oportunidad de plantársele a su, por entonces, esposo abusivo, para así vivir más segura de sí misma en el presente. Por eso, usted debe analizar bien el momento que desea revivir.
Se detuvo, separó sus manos, apoyándolas en el escritorio y dijo:
- Por último, y no menos importante, usted no debe hacer mención en ningún momento de su condición de viajero temporal, ni referirse a hechos posteriores a su experiencia, ni nombrar a nuestra empresa bajo ninguna circunstancia. ¿Alguna duda?
M. pensó un momento y dijo:
- Si, sobre lo último. ¿Qué problemas surgirían si usted me dijo anteriormente que nada de lo que haga o diga modificaría el presente?
- Buena pregunta. Le explico: las dos primeras recomendaciones del punto último es a modo de sugerencia, para que nadie pueda tomarlo como que sufre una alteración mental. Pero si hace referencia a nuestra institución, se produce una distorsión. No me pregunte el porque, es algo técnico fuera de mis conocimientos, pero el proceso se interrumpe y usted vuelve a su punto de origen sin haber concluido su cometido. Obviamente, no existirá reembolso, ya que Ego-Past sería ajena al error. ¿Le queda claro, Sr. M?
- Totalmente.
- Una última cosa, recuerde que en el contrato que usted firmará figura que la empresa no se hace responsable por ninguna clase de efectos secundarios producto de la experiencia temporal.
- Gracias, lo tengo presente –contestó parco.
- Muy bien, ahora medite sobre la fecha en la que…
- Sábado 17 de diciembre de 1977 –dijo terminante.
La mujer quedó pensativa un momento y luego asintió:
- Ok. Entonces lo esperamos para la semana entrante junto con los demás solicitantes. Ah, claro, usted no sabía –dijo viendo la extrañeza en el rostro de M.-. El proceso es muy costoso y complejo, por lo que en una sesión semanal se juntan más de una experiencia.
Lo acompañó hasta la puerta y lo despidió amablemente.
Mientras se sentaba nuevamente en su sillón, se esforzó por recordar cuando había escuchado antes esa misma fecha.

M. sintió un leve cosquilleo en la sien derecha, donde apoyaba la terminal sináptica, mientras sentía que se desvanecía lentamente y el cuarto que ocupaba iba desapareciendo.

Sintió que alguien tironeaba de él. Cuando abrió los ojos, un muchacho estaba a su lado, instándolo a levantarse. Lo miró bien. Era Gonzalo, su compañero de curso y mejor amigo, que le decía:
- Dale boludo, levantate que ya son las seis!
Cuando se ubicó mentalmente, reconoció al instante donde se hallaba. Era la habitación en la hostería donde se habían alojado en el viaje de egresados, en Capilla del Monte, Córdoba. O sea, Ego-Past realmente funcionaba. Meditó sobre los gustos de entonces. Bariloche era inalcanzable para muchos en su época, mientras que en años posteriores sería el "destino" por excelencia.
Volvió a mirar a su amigo y un dejo de nostalgia lo invadió. A los cuarenta años, una enfermedad terminal acabó con él, pero era algo a lo cual M. no podía referirse, dadas las restricciones. Lo observó con una mezcla de ternura y satisfacción.
- Qué me mirás, maraca? Jajaja –le dijo Gonzalo mientras se dirigía al baño.
Se incorporó sentándose en el borde de la cama y, ya completamente lúcido, reconoció con la mirada el recinto. Era bastante amplio, ya que albergaba a la totalidad de los varones del curso, mientras las chicas ocupaban otro similar al lado. En una cama contigua estaba el Gordo Luna, tratando de sacar “Rasguña las piedras” en su guitarra. Con el tiempo se convertiría en un músico de renombre, con etapas difíciles producto de sus adicciones, pero ya completamente restablecido en la actualidad. Más allá estaba a puro lamento Gerardo, una jornada cabalgando lo había “paspado” para el resto del día. Cerca suyo, el otro Gerardo ordenaba su ropa con la misma postura melancólica y abúlica con que se lo conocería en sus tiempos posteriores, cuando pasara a engrosar la lista de desaparecidos de la dictadura.
No quiso seguir con su relevamiento porque el tiempo apremiaba y debía atender detalles. Se cambió apresuradamente y fue a higienizarse. El espejo le devolvió una estampa que le hizo quedar atónito. Cabello ondulado y abundante, cero papada, nada de arrugas. Dejó para otro momento la inspección y marchó hacia el pasillo. Según sus cálculos, ya era momento de que apareciera ella, Roxana.
Cuando estaba llegando a la habitación de las chicas, la puerta de la misma se abrió repentinamente y apareció la muchacha de sus sueños, algo alborotada y resoplando. Detrás de ella se veía a sus compañeras preparándose para la última salida, acompañadas, mientras algunas peleaban con “la toca”, con la música pegadiza de “Dancing Queen” de Abba. No recordaba así esta situación, pero igual la saludó como entonces:
- Hola Roxy, recién me levanto.
- Hola, si, anoche nos acostamos todos tarde.
La notó un poco nerviosa.
- Bueno, nos vemos luego, voy a dar una vuelta –dijo él.
Y con un ademán a modo de saludo se retiró hacia la puerta. En el pasado se había dedicado a comprar recuerdos para su familia, cosa que no iba a hacer falta en esta ocasión. Así que se dedicó a pasear por los alrededores, haciendo tiempo.
Después de cenar todos juntos, fue a terminar de prepararse para la salida y cuando estuvo listo, salió al patio a tomar un poco de aire. En eso estaba, cuando lo llamó desde la ventana de la habitación Esteban, el más revoltoso del curso. M. desoyó a su compañero, pero éste siguió insistiendo, hasta que M., fastidiado, salió a la calle. Sabía perfectamente lo que le hubiera pasado si entraba a la pieza. En el pasado, respondió al llamado y fue sorprendido por unos cuantos, quienes lo maniataron (en una broma pesada de la que pocos habían escapado) y lo dejaron así durante una hora hasta que Gonzalo, preocupado por su tardanza, lo rescató.
Ahora estaba a salvo y, con tiempo de sobra, llegó a la confitería bailable. Se oía el éxito del momento: “Fiesta” de Rafaella Carrá. Buscó con la mirada y ubicó a Roxana. No quería perder tiempo para evitar, como pasó en su momento, que otro se le adelantara. Cuando estaba llegando a su lado, apareció un grandote para invitarla, pero ella lo rechazó gentilmente, pero el muchacho se oponía a recibir una negativa. En otro tiempo, M. habría desistido, pero ahora tenía más espíritu combativo. Se acercó más al insistente y, tocándole el hombro, le dijo:
- Disculpá flaco, pero ella baila solo conmigo.
El grandote giró lentamente, lo miró de arriba abajo y, al ver la actitud resuelta de M., levantó las manos con las palmas hacia delante y se retiró. M. le tendió la mano a Roxana y ésta accedió a ir con él a la pista. Por los parlantes se escuchaba a Al Stewart entonando “Año del gato”.
Pasaron a gusto toda la noche juntos y, cuando se oyó a “Baby, I love your way” de Peter Frampton, se besaron indecorosamente.
Faltaba el último paso, el final del camino, lo principal de su viaje. Debía animarse a pedirle a su compañera de pasar un momento más íntimo. En el pasado fue todo problemático, torpe, lo que había ocasionado que no llegara ni siquiera a sugerir tal encuentro, decisión que ocasionó más de un trauma que arrastró por decenas de analistas y que ahora, mediante Ego-Past, podría subsanar. Ahora tenía la mochila de la experiencia, aunque igual temía un rechazo. Grande fue su sorpresa cuando, a la primera insinuación, Roxana accedió gustosa. Es más, le dijo que tenía la esperanza que se lo propusiera, por lo que había preparado, en la Hostería, un lugar donde podían estar cómodos. Era un cuarto desocupado separado de los otros y que, habiendo colocado con anterioridad un colchón en el piso, funcionaría como “suite”.
Cuando ya amanecía, el nuevo día los encontró abrazados uno con otro, con el rostro lleno de satisfacción. Fue ahí cuando ella comentó, suspirando:
- Ah, Ego-Past es lo más.
A lo que él contestó:
- Si, es lo mejor.
Al instante, se dieron cuenta de lo dicho por ambos y se miraron asombrados, diciendo al unísono:
- ¿QUÉ?
Y todo se volvió oscuro.

Cuando pudo dejar el cuarto donde había sido realizada la experiencia, M. salió presuroso a encontrar una respuesta. La halló en la sala de espera. Ahí estaba, cómodamente sentada, y radiante a pesar del tiempo pasado, Roxana, quien le hizo una leve y tierna sonrisa al levantarse a recibirlo y decirle:
- No digas nada. Yo también necesitaba volver.
Se abrazaron, se contaron a grandes rasgos su vida actual (ella estaba separada y tenía 3 hijos, él era viudo, una hija y dos nietas) y se fueron juntos.
Tal vez podrían recuperar el tiempo perdido.

FIN

SI PUDIERAS CONTAR CON LOS SERVICIOS DE EGO-PAST, ¿ADONDE VIAJARÍAS?

48 comentarios:

Ivy a Gogo! dijo...

FFFFAAAA!!

Adenoz, te pasaste!!!

Qué buen post!!!!

Me dejaste muda.... y eso no es nada fácil, ajajjaa!

EGO-PAST RULES!!!

Y si tuviera que usar el servicio, haría lo mismo que Mr. M., mi viaje de egresada, Villa Carlos Paz, año 1985 (sorry!, soy una pendex! ajajajaa!) y me gustaría que al salir, me encontrara con él, igual que Mr. M. con Roxana....

Ok, to much emotions!!

Saluditos patagónicos a Gogó!!!

Georgie dijo...

No te puedo decir lo que sentí al leerte! Me emocioné. Y mucho. Realmente no conocía la calidad de tus relatos, pero con esta muestra, me sobra.
Te felicito, sinceramente. Y mil gracias por regalarnos esta maravilla!

Georgie

ADENOZ dijo...

IVY:
Hagamos algo. Nos vamos a Córdoba y listo. Ma' que Ego-Past!!

ADENOZ dijo...

GEORGIE:
Gracias por los elogios.
La propuesta es inspiradora. Espero que salgan más.
Un abrazo.

Félix dijo...

Muy groso, es excelente, al principio pensé que iba a ser un post largo y pesado, pero me atrapó y lo leí hasta el final...

"Ego-Past es lo más"... Y por lo visto parece que sí, ja, ja, ja, ja...

Georgie dijo...

La urgencia por dejar el comment me hizo olvidar...
Si usara los servicios de Ego-Past, iría a 2000...Orillita del lago Traful, auriculares en los oídos, escuchando "My way", y en vez de dejar caer un par de lagrimitas de emoción, lloraría a baldes...
Perdón...hoy mi alma se vistió con pilcha sentimental...lo parió!!!

ADENOZ dijo...

FELIX:
Ya mismo te estoy mandando el folleto y el video explicativo.

ADENOZ dijo...

GEORGIE:
Quizás no necesitarías de Ego-Past para eso.

Anónimo dijo...

Ayyy, no!!! qué buenoo!!, bajaba línea a línea y me iba enganchando, qué linda historia!!
Yo volvería a una noche de fines de Octubre del 78, cuando dejé plantado a R. en la puerta de mi casa, ¿Qué hubiera pasado??, ¿Cómo habría resultado?? Se cómo ha seguido mi vida y cómo ha seguido la de él, allá... pero...

Anónimo dijo...

Qué buena historia !!!me atrapó por completo,buenísima !!Yo volvería a mi época del secundario,cuando sólo tenía que pensar en estudiar y me parecía un mundo..Gracias por hacernos volver al pasado y gracias a Ego-Past..

Una Pepina dijo...

Volvería a cualquier 17 de diciembre.... posiblemente del 72.
Me regalaron un long play de Serrat por mi cumpleaños!!

ayco dijo...

Qué buena historia! pero yo no llego tan atrás me temo...

ADENOZ dijo...

SPAIN:
El tema es que Ego-Past no puede mostrarte las ramificaciones. Vos podrías suponerlo de acuerdo a tus reacción posterior al encuentro con R.

ADENOZ dijo...

JULI:
Sólo pensar en estudiar? y la vida loca? y el desenfreno?
Te cuento algo. Una fantasía recurrente es volver a la secundaria con la experiencia de la madurez. Yo la hice en parte realidad: me anoté en un profesorado de historia a los 44 años. Experiencia inolvidable.
Y lo mejor era que no podían llamar a mis padres para hablarles sobre mi mala conducta, jaaa.

ADENOZ dijo...

PEPINA:
Esos son regalos. El Nano me acompaña desde entonces.

ADENOZ dijo...

RAYCO:
Ya llegaras, ya llegaras...

Stella dijo...

Un pajarito me avisó que Adenoz habia publicado un post buenisimo!!
No aguanté y me vine a leerlo!!

Me morí!! Bueniiiiiisimo!!

Gracias!!

Besotes a todos!!

Anónimo dijo...

Vengo invitada por Georgie, y la verdad para nada defraudada. El relato es genial, qué lindo podría ser volver....

Anónimo dijo...

Me olvidé: Volvería al año 87 (enero) , y le diría que si.

ADENOZ dijo...

STELLA:
Dale Porota, largá la sombrilla y escribite algo.
Portate bien.

ADENOZ dijo...

PERRO: (queda mejor que decir Perra)
Volver y quedarse? o volver y luego retornar?

Aclare, esta chica.
A quién le diría si?
A qué le diría si?
Es un "si" matrimonial?
O un "si" pecaminoso?

Oscar dijo...

Como yo tengo mucha guita y en ningún lado dice que no se puede, contrataría dos servicios. En uno volvería a 1975, a un cuarto de un departamento en el que estaba con una ex novia, en una ciudad balnearia. Habíamos decidido volver a pasar juntos un fin de semana para sacarnos ciertas dudas, y al llegar el momento culminante la asaltaron culpas (ella estaba en pareja) y se frenó. Y me dejó todo el peso: "me hago cargo de que no tengo derecho a hacerte esto... hacé lo que quieras". Y yo paré, y no hice nada. Hasta hoy sigo creyendo que me equivoqué y que ella sólo quería no sentirse culpable, NO parar de verdad...
Y el segundo servicio sería a noviembre de 1976, para pasar una noche más tomando unos vinos y charlando con Roberto, mi mejor amigo de toda la vida, antes de que los miserables de la ESMA lo arrancaran de nuestras vidas.
Perdón si pegué bajo. Un post impresionante y movilizador como pocos...

Oscar dijo...
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Anónimo dijo...

Ade ¡¡¡que maravilla de post!!!, realmente un relato atrapante...

Tengo tantos momentos a los que me gustaría volver!!! TANTOSSSSS!!!! ohhh, necesito que EGO-PAST no cobre caro, ¡¡¡ME VOY A FUNDIR SI LO CONTRATO POR CADA REGRESIÓN!!!! ajajajaa

Mis felicitaciones y mis saludos candorosos!!!

Estrella dijo...

Ego-Paste, todo un hallazgo. ¿Se puede elegir varios gustos? Nome alcanza con uno solo!

Ivy a Gogo! dijo...

Adenoz:
Tenés razón!!!
Avisame cuando y listo! jajajaa!!
Córdoba es re - lindo!!!
Saluditos a Gogó!

ADENOZ dijo...

OSCAR:
No puedo dejar de pensar que, en ese momento, vos tambièn estabas "parado".
Y la charla con tu amigo, la querrìas estirar más allá de lo entendible, para retenerlo, para cuidarlo, para, vanamente, salvarlo.

ADENOZ dijo...

CANDO:
Te hacemos un plan de pagos acorde!!!
Un viaje al pasado no tiene precio, para todo lo demás està EGO-CARD.

ADENOZ dijo...

ESTRELLA:
EGO-PASTA es la de gustos variados.
Tenemos delivery.

hugo dijo...

magnífico post adenoz

una clave nos la dio cuando a la recepcionista le sonaba la fecha solicitada por m

con usted me pasa que me engancho más cuando está digamos "más en serio" que cuando j...

ADENOZ dijo...

IVY:
Daaaleee. Pero lo hacemos en contacto con la naturaleza.
Cazamos la mochila y la notebook con internet móvil y listo, a recorrer!!

hugo dijo...

otro si digo adenoz

sin pretender pontificar que todo tiempo pasado fue mejor,fijese lo civilizados que eramos -yo hice mi viaje de egresados en el 69-: si hoy se sucitara un dialogo como el que hubo entre el grandote y m por bailar con roxana, probablemente terminaría en una gresca descomunal que seguro involucraría a los amigos de uno y de otro, y a lo mejor teminaría hasta con un mueto como pasó con el pobre chico argentino en ferrugem

finalmente, yo tambien comencé a estudiar historia cuando tenía 48 años

ADENOZ dijo...

HUGO I:
Si, necesitaba dejar una pista, para favorecer al relato.
Y sabe? En joda digo las cosas más serias.

ADENOZ dijo...

HUGO II:
No sé. De muchacho he participado en batallas campales y, en plena dictadura, una bala parece que no tenía mi nombre.

Parece que hay una edad tipo para ponerse a estudiar historia, qué cosa, no?

Nadie dijo...

Qué lástima que es caro, porque tengo dos fechas:
Enero de 1993, para vivirlo otra vez sin cambiarle nada.
Diciembre de 1996 para cambiar todo, absolutamente todo.

ADENOZ dijo...

NADIE:
Caro, caro...
Le vamos a andar poniendo precio al sentimiento?
Gastamos en tantas pavadas...
Anímese y acceda a la Promo Fin de Temporada: si contrata dos servicios, le regalamos la discografía de Heleno, más los discos a todo color de Alta Tensión.

ADENOZ dijo...

Me gustó eso de "vivirlo otra vez sin cambiarle nada"

Nicolás Lucca dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nicolás Lucca dijo...

El mío sería ida y vuelta a 1993, ver a toda mi familia de vuelta, y trataría de contener a la mujer más importante para mí en el momento más dificil de su vida.

Ah, y si me sobra un minuto, me agarraría a mi mismo y me pediría que no fuera tan idiota de adolescente y que todo se supera y no duele tanto.

Dalma dijo...

uuyyy Ade, que lindooo, sos un romantico de aquellos, de los setentas... :)

Y yo tambien volveria al 17 de diciembre de 1977 porque era mi cumple y habia torta, sanguchitos, globos, piñatas y ainda mais.

ADENOZ dijo...

BRUNO:
El tema es que, al contener a esa persona, sientas que te hace bien a vos, porque de eso se trata la experiencia.
En ese minuto de más, ganarías la sensación de superación para experiencias venideras.

ADENOZ dijo...

DAL:
Jaaaa, casualidad de casualidades. Ni idea que era tu cumple.
Y si, soy uno de los setenta románticos que quedan en pie, aprovechá.

Ju@nita*** dijo...

Excelente!!! Me encanto el relato.Y si pudiera volver seria a el verano del 70 y diria que siiiiiii!!!!

ADENOZ dijo...

JU@NITA:
Pucha, yo tendría 10 años.
Insisto, qué clase de "SI"?

Félix dijo...

¡Por Dios, sí! ¡Quiero, quiero, quiero Ego-Past!

ADENOZ dijo...

FELIX:
Epa, no se me ponga vicioso, muchacho.
Mire que Ego-Past es un viaje de ida... y vuelta.

Ju@nita*** dijo...

Adenoz,ese siiiii, que usted se inmagina jajajajaja, en esa epoca yo ya tenia 18 años y usted era un bebe aun.
Saludos

Lirium*Lilia dijo...

Volvería a enero del 99, ida y vuelta, claro. Lindo post.