jueves, 7 de febrero de 2008

Más de 30 años después

Se encontraron en el bar de siempre. Él ya está cerca de los setenta y ella tiene 56 años, pero ambos se ven bien, íntegros, física y emocionalmente. Por más que se conozcan desde hace décadas, siempre despierta en ellos un sentimiento de bienestar el estar juntos, de la forma que sea.
Se conocieron en los setenta y tuvieron una relación arrolladora, frenética, como ellos. Pese a miles de contratiempos pudieron terminar juntos, por un tiempo. Hubo muchos que quisieron separarlos, pero fueron ellos los que decidieron hacerlo, sin terceros. Ella buscó nuevos horizontes y él conoció a Natalia y al hijo de ésta, Quique. Pero no hubo suerte. Natalia dejó este mundo y él quedó solo a cargo del pibe. Al tiempo volvió su primer amor y apostaron de nuevo a armar su mundo. Hubo una hija que los unió más. Pero la convivencia fue dura y decidieron que no podían más con eso. Acordaron encontrarse cada tanto y cada uno fue continuando la vida por su lado.
Los vaivenes políticos y económicos los rozaron como a todos. Ella perdió lo poco que le quedaba de su fortuna y él le erró en varios negocios, pero siempre salieron adelante, con fuerza. Es que así fueron, son y serán: personas para quienes los obstáculos están para superarlos.
Ella rehizo su vida sentimental con un hombre mucho menor y él intentó varias veces, sin resultado definitivo. La hija de ambos les dio una nieta y se desviven por ella. Quique se recibió de médico y armó su familia lejos de todo.
Saben que cuentan uno con el otro, para lo que sea, porque el vínculo que se formó hace más de 30 años es indisoluble. Ya no se aman, pero se quieren intensamente.
El ritual de cada mes va llegando a su fin. Se pusieron al día con todos los temas y acordaron un nuevo encuentro. No hay tristeza en la despedida, pero si mucha ternura y respeto. La vida, los gobiernos, la gente, les robó muchas cosas, les hizo perder otras, pero nunca pudieron ni podrán sacarles lo vivido y los recuerdos sobre esto.
Él se ofrece a llevarla, pero ella se excusa diciendo que la esperan cerca de allí y, levantando la mano, se despide. Él la ve alejarse y un dejo de nostalgia lo invade al evocar los momentos compartidos con esa mujer, Mónica Helguera Paz.

Sube al auto y se dispone a volver a trabajar en su medio, la calle. Porque él seguirá siendo, por siempre, Rolando Rivas, taxista.

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Adenoz...me sorprendiste, muy gratamente.

Hay personajes que se quedan a vivir en nuestra vida, como ese tierno, adorable taxista y Mónica.
Hace una eternidad que no pensaba en ellos, y hoy, de pronto,están como si nunca se hubieran ido.

Es cosa extraña crecer, saber por tu título que han pasado 30 años y ser grande y chica a la vez, en esa mezcla de imágenes, música, televisor, café con leche, madre, abuela, vecinos, el comedor de la casa...y la imagen de Rolando Rivas subiendo a su taxi, anunciando un capítulo que se termina.

Gracias...Muchas Gracias por esta historia.

Félix dijo...

Ja, ja, ja... La verdad es que uno no se lo espera. Es un relato muy lindo, a pesar de que nunca en mi vida vi a Rolando Rivas.

Stella dijo...

Adeeeee, que liiindooooo!!!
No vos, sino el relato..je! ajjaa

Yo miraba Rolando Ruvas a escondidas de mi mamá. Ella decía que no era una novela para un alma pura como yo! (¿?)
Se daban unos besotes que mama mía!! Para los 70 eran fuertes!!

Me encantó el recuerdo!!
Gracias!!!
Besote

Ahh, esto es pa todos! Hay una encuesta al costadito! Digo, por si les interesa... :)

Ju@nita*** dijo...

Uyyyyyy me mataste con ese recuerdo!!!!!! Que lindo,era esperar la hora, que empieze la novela y sentarnos con amigos a mirarla y comer unas pizzas.
Me gusto tu recuerdo!!
Saludos

Anónimo dijo...

¡Rolaaannddoo!!!¡¡Móoonniicaaa!!!,ni por asomo me imaginaba que estaban hablando de ellos bueno, hasta la mitad del relato, ¡¡Qué bueno!! Recuerdos vertiginosos me llevan y me traen a mi adolescencia paranaense.....

ADENOZ dijo...

SUSANA:
Ambos actores (Claudio García Satur y Soledad Silveyra) han quedado como íconos culturales. Y aunque ella tuvo mayor resonancia actoral posterior, sus personajes son irremplazables e inolvidables.

ADENOZ dijo...

FELIX:
Capaz que alguna vez lo repiten en Volver. Tenele paciencia: no había guita para muchos exteriores ni efectos especiales, aparte de ser en blanco y negro, pero marco un hito televisivo y social.

ADENOZ dijo...

STELLA:
Una generación de argentinos aprendimos a abrir la boca cuando se besaba viendo esa novela.
Degenerados!!!

ADENOZ dijo...

JUANITA:
Creo que la novela posterior que me enganchó tal cual fue "Gasoleros".
Algo había en común, tal vez.

ADENOZ dijo...

PATRICIA:
Esos gritos... Y la músicaaaaa

ADENOZ dijo...

A ver los más memoriosos...
Alguien se acuerda del scketch que parodiaba la novela en el programa "La Tuerca"?
Más datos doy luego, si no lo saben.

Ivana Carina dijo...

Uy!, en mi casa me contaban que el país se detenía para ir y ver Rolando Rivas, taxista....

Y a mi amiga Móniicaaa, siempre la cargo porque se llama igual al personaje de Solita....

Muy bueno lo de hoy...., más porque ese tipo de novelas ya no se hacen más.....
Gasoleros...mas o menos.... - comentando el comentario, jejeje -

Uy, le pregunto a mi viejo lo del sketch, segurito que lo sabe!

Saluditos de Ivy a Go - Go!

moo dijo...

Bueno, evidentemente cuando cruzamos la barrera de los 40 se nos dan por estas cosas... me agrade ver que somos muchos los que rescatamos nuestro buenos viejos tiempos, felicitaciones y adelante, los espero por mi blog, está lleno de recuerdos setentosos
Marcelo

Stella dijo...

Sabias que esta telenovela tuvo tanto éxito que llegó a medir los 60 puntos de raiting?
Es que fue la prumer novela que atrapó al genero masculino!
Cuando Migyé se murió, una flota de taxis se presentó en el entierro para rendirle homenaje!!!


MARCELO, graciass! Yo soy curiosa, asi que voy volando a ver tu blog!! ajajaa

Anónimo dijo...

Pero claro que si!!!!, novelón!!!
Tal vez sea por la carga que el recuerdo tiene, pero novelas como esas, ya no...
Lo suyo Ade, una pinturita!!!

Saludos!!!

Lirium*Lilia dijo...

Genial su relato, Adenoz. Nunca ví la novela, en realidad nunca me enganché con ninguna, pero fue todo un hito en la tele vernácula. Y es verdad, se paralizaba el país, y en el cole no se hablaba de otra cosa. Muy bueno lo suyo!

Lidia M. Domes dijo...

Excelente...
Habla del conocimiento de la vida y de las gentes... no importa quienes son los personajes, podrían ser otros, vivos, verdaderos... yo lo sentí vibrantes, reales, mucho más allá de los protagonistas de una novela, protagonistas de la VIDA!!!

Hermoso relato, gracias...

Lidia

Lidia M. Domes dijo...

Chicos!!!
Ya los enlac� a mi blog!!!

Gracias...

Lidia

Anónimo dijo...

Qué hermoso relato ! Me encantó y al final eran Rolando Rivas y Mónica ,no lo esperaba .Muy bueno lo tuyo ,especial para nostalgiosos..

ADENOZ dijo...

IVANA:
Si, acá paramos por cualquier cosa.
Aguante Gasoleros!!!

ADENOZ dijo...

MARCELO:
Cuando crucé la barrera de los 40... me agarró el tren!!

ADENOZ dijo...

STE:
No era de macho andar diciendo que veíamos a Rolando. Ya en la segunda temporada, nos animamos más. Y cuando hicieron la peli... ahí estábamos todos, pero con una minita, sino era mal visto.

ADENOZ dijo...

CANDO:
Es que cambió todo esa novela. Marcó la punta.
Para cuándo una remake??

ADENOZ dijo...

DE LIRIUM:
O sea, te tenías que quedar callado.
Nooo, saber del Rolo y la Moni estaba piola para iniciar conversaciones con las minitas, che.

ADENOZ dijo...

LIDIA:
Ese fue el mérito de Migré, hacerlos más creíbles y, a la vez, queribles.

ADENOZ dijo...

JULIETA:
Estaría bueno verlos ahora, aunque sea en un especial, haciendo los mismos personajes.
Suar, de nada.

ADENOZ dijo...

Otra pista para lo del sketch de "La Tuerca":
Se llamaba "Rinaldo Rovas, tachero"

Vamos, alguien tiene que acordarse!!
O lo soñé?

Lirium*Lilia dijo...

Ay, ADENOZ!!! Lamento decirle que soy MUJER. Lo perdono por su edad, pasando los 40 mmmm... Lo digo por experiencia... ajajá!. Beso

ADENOZ dijo...

Puedo volver en el tiempo a los setenta, pero no puedo rebobinar para subsanar este error, jajaaaa.
Igual me gustó mi respuesta, así que la dejo.
Eso si, yo no lamento que seas mujer.

Estrella dijo...

buenísisimo Adenoz! Y qué sorprendente ese final.
Cada vez que paso por Parque Lezama me acuerdo de esa escena, cuando ella corría a los brazos de él, al grito de: ¡¡¡ROLANDOOOO!!!... ¡¡¡´MÓOOOOOONICAAAA!!!

Roedor dijo...

A mí Rolando Rivas siempre me pareció una gronchada, che.

A eso se sumaba que mis viejos no solían dejarme mirar huevadas por la tele a la noche (la tele, de todos modos, terminaba algo antes de la medianoche).

Es verdad que muchos hombres miraban la novela, la mayoría de mis compañeros de secundaria también. Migré era especialista en sensiblería, tantos otros lo imitaron y lo imitan... era un grasa, pero un grasa pionero.

Anónimo dijo...

Todo bien pero si crees que el final de esta historia podrìa haber sido asì, me da la sensaciòn de que no la entendiste.
Esta es posiblemente la ùnica historia que en el imaginario colectivo esta pareja solo podrìa representarse como inseparable.
Rolando y Monica, son la representaciòn exacta de la relaciòn que todos quisieramos tener o haber vivido.
Sin duda cada uno podrà escribirla a su manera, pero esa historia merece un final imaginario en donde a pesar de las diferencias el final del camino los encontrara siempre juntos.