
Muchos de nosotros, fuimos adolescentes en los 70. En esa época seguramente fue el primer beso, las primeras maripositas en la panza, la primer relación sexual, el primer enamoramiento...
Vaya este post como recuerdo a ese hermoso momento que todos guardamos en un rinconcito de nuestro corazón.
Por ahi alguno/a se anima, y nos cuenta...
Ella era una adolescente como cualquiera. Tímida para los desconocidos, extrovertida para los amigos.
Era alegre, le gustaba la música, le gustaba bailar frente al espejo.
Jugaba a ser modelo. Se probaba la ropa de sus amigas, que siempre le parecía más linda y más sexi.
Ella se vestía más formal. Escondía sus curvas porque una vez un hombre, que la miró de manera lasciva mientras caminaba por la calle, le dijo "Qué pechos, mamita!". Ella tenía 14 años.
Esa fue la primera vez que tomó conciencia de que ya no era una niña y le dio mucha verguenza.
Al principio le costaba relacionarse con los varones. Cada vez que alguno le hablaba, todo el mundo se daba cuenta que Ella se ruborizaba. O al menos Ella pensaba eso!
Tenía su grupo de amigos, chicas y chicos de edades parecidas y de entornos parecidos.
Había un chico con el que Ella se sentía muy cómoda. Eran amigos desde la infancia. Quizás por eso Ella estaba tan a gusto, como si fueran hermanos. A el le gustaba contarle sus aventuras escolares, y a Ella le gustaba escucharlo.
Un mes de julio, que Ella recuerda, extrañamente, como el mas frío de su vida, se fueron todos de campamento a algún campo cercano a Sierra de la Ventana.
Ella no era conciente de que estaban todo el tiempo juntos los dos. Iban a caminar en grupo, y caminaban uno al lado del otro. Hacían un fogón a la noche, y se sentaban uno al lado del otro. Cenaban cordero asado y, oh casualidad, estaban uno al lado del otro. Alguien contaba un chiste, y mientras se reían, se buscaban con la mirada.
Una tarde de mucho sol y de un frío intenso, salieron a caminar por el campo los dos solos.
El, que en esa época estaba en su primer año de la carrera de biología, le quería mostrar unas capas de tierra que había descubierto!
Mientras caminaban juntos y conversaban, se iban internando como en un pequeño bosquecito.
Los árboles eran muy altos, pero no muy tupidos. Dejaban pasar la luz del sol. Las hojas del suelo crujían mientras ellos pasaban.
Una liebre se quedó mirándolos, y ellos no respiraban siquiera para no asustarla, mientras sonreían.
Estaban parados muy juntos y Ella oyó el silencio.
Algo raro estaba pasando, algo que Ella nunca había vivido antes.
Ella sintió que se ruborizaba, y no entendía bien por qué. Le costaba respirar.
Se miraron a los ojos unos segundos que parecieron eternos, y Ella descubrió que nunca había visto unos ojos azules tan profundos.
Fue la primera vez que sintió maripositas en la panza!
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