Por aquel entonces, una joven de 20 años, cobraría notoriedad de la mano de una combinación fatal de estos factores...
La Anorexia Nerviosa aún no tenía la notoriedad suficiente.
De la mano de tan poco ortodoxo sistema para adelgazar y concurriendo a una fiesta de cumpleaños, se desarrollaron sus últimas horas de vida consciente.
Un amigo cumplía años y el festejo sería en una taberna. Con vestido nuevo, la noche del 14 de abril, asistió feliz al evento.
Los amigos que la acompañaban dijeron que había bebido alcohol en grandes cantidades a la vez que había estado ingiriendo pastillas durante todo el día... Eran Valium.
Creyéndola borracha, decidieron llevarla a casa, pero en ese momento notaron que no respiraba ni recobraba el conocimiento.
Los médicos que le brindaron atención inmediata en el hospital al que la llevaron, no pudieron determinar la causa de la pérdida de sentido y de los ceses periódicos de respiración.
A consecuencia de ellos se produjo en su organismo el fenómeno denominado Anoxia, que consiste en una reducción de la concentración de oxígeno en las células y tejidos.
Debido a esta falla respiratoria, sufrió un daño cerebral irreparable, dejándola en estado de Coma.
Luego de un año, los padres de Karen solicitaron a los médicos que desconectaran el respirador artificial, a lo que los profesionales se negaron.
Con ocasión de tan delicado caso, se definían a favor o en contra de la eutanasia, organismos diversos, desde el Vaticano hasta el Consejo de Europa.
De la Candorosa, para Te Cuento los Setenta
